Luna creciente (Ofrecimiento político) (16-6-2015)
Ofrecimiento político
Todas aquellas criaturas humanas que son políticas y que se ofrecen de una forma inequívocamente desinteresada a las otras criaturas humanas políticas, incluyendo a los traviesos políticos que te pueden dar una puñalada trapera por la retaguardia, una pasada de manos por el lomo con astuto interés o una bellísima loa de cualquier tipo que no es sincera, son dignos de admiración por parte de los gobernados y administrados. Por parte del pueblo soberano. El alcalde Torres Hurtado, don José del PP, con cara de la sinceridad que se produce cuando no se es mala persona y se pierde la mayoría absoluta en una Casa Bailía, se ha ofrecido a lo usen. A que lo usen el PP y Ciudadanos. Aunque supongo yo, que sin pasarse ni un pelín. Y ya que el alcalde, sin decirle mayor, no está para trotes de uso. Habrá que usarlo con dignidad, mesura, respeto, amabilidad, cuidado y cariño político. No se le puede llamar, hay que se humano, trasto público ni florero político. Y él ha dicho por su boca popular y serrana que no defraudará a nadie, e incluidos Ciudadanos y don Sebastián. No es degradante marcharse a Madrid durante cuatro años, con señora incluida, y tirarse una legislatura de toma pan y moja en esa ciudad capitalina con chulapas, navajeros y princesas. Y después, cuando pase la legislatura sin sobresaltos y sin que le tengan que poner una faja, cortarse la coleta política como un torero en estado de gracia y de merecer, y para pasar a ser clase pasiva con bandera, banda y música. Y que te quiten lo bailado, si tienen cojones para hacerlo los que gobiernen y administren y los que sean oposición. Dar paso a los jóvenes es ley de vida. Tener una vejez descansada es obligación. Los cuerpos humanos no son metálicos.
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