Luna creciente (Urnas de chocolate) (25-5-2015)
Urnas de chocolate
Para comérselas. Para relamerse. Para embadurnarse la cara y los labios de chocolate. Las urnas de chocolate en España son rectángulos transparentes de cacao con leche en donde se depositan las papeletas de azúcar, también para devorarlas y maravillarse con su sabor tan dulce, para elegir a unos determinados artistas del rock duro que no creen, en absoluto, en aquellas doctrinas políticas que son favorables a las intervenciones del pueblo en el gobierno de una nación y también en las diversas instituciones locales y autonómicas, y en este caso la nación española. El ciudadano anarquista López, un tipo que pretende que los partidos políticos no le quiten la sombra de los árboles cuando la canícula es insoportable por sus altas temperaturas ni los rayos del sol cuando lo gélido se ha apoderado de los otoños fríos y de los inviernos con temperaturas bajo cero, llegó ufano y democrático al colegio electoral con su papeleta en el bolsillo para depositarla en la urna de chocolate. Pero cuando se dio cuenta que la papeleta con sus determinados artistas preferidos del rock duro era de azúcar tan dulce y blanca como la ropa interior de María la madre de Jesús de Nazaret, allí mismo se la comió. Y ante la mirada atónita y bastante sorprendida de la presidenta de la mesa electoral, de sus vocales y de todos los interventores gloriosos de las llamadas formaciones políticas concurrentes a la llamada a las urnas de leche y cacao. Una nueva pantomima democrática. Y a vivir que solo son cuatro años nuevos en eso de las corrupciones políticas y en lo de no dejar que el pueblo soberano participe en el gobierno político, económico, social y cultural del estado, y tampoco en los apartados diversos de lo local y autonómico.
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