¿Oiga? (24 de Marzo de 2014)
La juventud es la savia nueva que nace para sustituir a la savia que se hace provecta porque la desaparición física del hombre es uno de los precios que tiene que pagar inexorable la proyección de un punto, ese punto que atiende por vida y tiempo. Antes la juventud tenía más inquietudes que ahora tiene en estos estadios temporales que semejan decadencia y falta de ilusiones por el conocimiento. Y lo de los botellones era algo impensable, no porque existiese una dictadura, que también agravaba el asunto, sino porque la juventud tenía ganas de libertades y conocimientos. Hoy al personal joven, le importa tres cojones u dos ovarios las libertades y el conocimiento. Y ya que lo que parece que le importa es coger un “pedo” etílico como un mulo, y viva España. Oiga: ¿Y el botellón verdaderamente atrae un turismo de calidad que le reporta, en dos días de suciedad o cuarenta y cinco toneladas de basura, mucho más de un millón de euros a la ciudad? Oiga: ¿Granada la Bella o Granada la Borracha? Alucinamos…
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