¿Oiga? (Bla, bla, bla...) (31-7-2015)
Bla, bla, bla…
Pues hay que ver lo mono que ha quedado. Está de bello como un san Luis. Moderno y funcional. Polifacético y cultural. Con excelentes materiales constructivos. Con vistas a la Catedral y la plaza por la que desfilan algunos viandantes sin bulla y algunos con las prisas de la posmodernidad. Es el centro cultural que Granada necesitaba sin los fondos del poeta universal. Y sin director o gerente. Sin infraestructura de personal. Y sin saber a ciencia cierta cuáles van a ser sus maravillosas actividades culturales. Un centro cultural de puta madre para arriba. Y al estilo de lo que siempre se hace en Granada. La nebulosa de siempre. Oiga: ¿Y serán ciertas las palabras pronunciadas que argumentan que “estamos impacientes porque los fondos estén en este edificio”? Hay un verso sublime popular que rima ripio la solemnidad de algo que no es escatológico porque es una necesidad fisiológica de todos los días de la vida de una criatura humana cualquiera, y que reza así: “La vida se le acababa y en su última agonía, se acordó que se cagaba”. Bla, bla, bla… Y porque los siglos venideros seguirán contemplando igual a Granada.
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