¿Oiga? (El pantano del Salón) (6-11-2014)
El pantano del Salón
El Salón posee bondades maravillosas. Vistas inmejorables a ningún sitio porque las edificaciones impiden ver con nitidez a Sierra Nevada. Unos paseos que se embarran al llegar las necesarias lluvias porque son de tierra compactada. Jardines con menos encanto que un servidor cuando abre la boca televisivamente. Árboles dispersos como un ejército en retirada. Edificios enormes del posmodernismo consumista. Las Titas que son modernas y no las que había antaño. Unos columpios prehistóricos para niños llorones. Un acertado lugar peatonal. Y un pantano cuando caen cuatro o cinco gotas de aguas de los agradecidos frentes lluviosos que se evaden del anticiclón de las Azores y llegan lloviendo a Granada. Oiga: ¿Le ha hecho promesa a la Virgen de las Angustias, la que vive en la Carrera, promesa formal, el Ayuntamiento de Granada de no arreglar jamás el pantano del Salón? Me gusta Granada. Es mi tierra. Es mi patria chica. Es la ciudad en la que nací. Es una de las ciudades más bellas del mundo. Y yo creo, como mi buen amigo ya desaparecido Guillermo Soria, que se deben de necesitar más de diez mil alcaldes con sus equipos de gobierno como los hunos y el caballo de Atila, de todos los partidos políticos españoles, y para destruirla en su belleza total. Hoy es jueves, que pasen ustedes un buen día paseando en barca por el pantano del Salón. Se hace músculo.
