Potter's Ville
Renta antigua. Yogurterías, se va a llenar todo de bocadillerías, bares snack, camiserías y demás establecimientos bajo el refugio de la franquicia. ¡Tanto yogur consume la gente! Debemos tener los intestinos más limpios que una patena, y las bacterias como power rangers hormonados para combatir cualquier cuestión relacionada con el tránsito, el intestinal, claro está. Vamos camino de los pueblos americanos, de esos que tienen condensado todo en una plaza, el super, el banco, la gasolinera, la iglesia y las franquicias, como si fuera una especie de parque del consumo, y todas iguales. La renta antigua condena a los centros históricos a la uniformidad, a encontrar las mismas grandes empresas, tiendas, cafeterías y hamburgueserías en cada uno de ellos. La desaparición de los comercios tradicionales y centenarios de Granada gracias a la puñetera ley sobre la renta antigua convertirá a la ciudad en Potter’s Ville, aquella que aparece en la pesadilla del protagonista de ‘Qué bello es vivir’, el sueño de lo que se hubiera convertido su ciudad de no haberse puesto coto a la especulación y al capitalismo salvaje. Pues ya está, ya tenemos en todas las ciudades un Potter’s Ville. Negocios fríos y despersonalizados, donde somos una vez más cifras, números y no clientes, de cuando los comercios y sus empleados escuchaban a los clientes, y donde siempre llevaban la razón.
El LAC se dispara. Vale, ya habíamos creído que había desaparecido el ‘jet-LAC’, que todo esto de la movilidad era una prueba superada, y que la justificación económica y ecológica, la disminución del número de autobuses a su paso por el centro de las ciudades habían sido argumentos más que suficientes para sufrir esta afección móvil, el tener que andar de parada en parada y de bus en bus, para mejora de nuestra salud cardiovascular con la práctica del ‘Lacing’ (pronúnciese laquing). Pues no, resulta que ahora piden más dinero, que las cuentas se disparan y que cuesta más que lo anterior, que el revolucionario sistema de transporte urbano, esos largos vagones rodantes tienen un alto costo, muy superior al anterior sistema. La concejala Telesfora jamás habría sospechado este efecto ni incluso al relatar las aventuras más increíbles de Nora, la protagonista de su novela. Nada, que piden más dinero con el consiguiente cabreo y petición de moratoria del consistorio. Al final, la práctica del ‘Lacing’ va a salir más cara que la creación de un buen carril bici. Todo se andará, nunca mejor dicho.
PTS, el primer trámite. Exclusivón de Granada Hoy. Todo hay que decirlo y se ha llevado el gato al agua tras centenares de páginas y dedicaciones de página semanal. Ya tiene licencia de apertura el primer hospital del Parque Tecnológico de la Salud. Al fin. Ha costado unos cuantos años cuando nada más instalada la primera piedra ya había quien cobraba sueldo y oficina en lo que era un páramo. Bueno, ya hay algo que gestionar además de los edificios que albergan a industrias científicas y farmacéuticas. Los ciudadanos podrán acudir a un hospital que tendrá cerca la fábrica de aspirinas.
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