martes 19 marzo
Opinión  |   |

Pura mafia

Nada puede salir bien cuando se alinean Pablo Casado, Teodoro García Egea, Fran Hervías, Macarena Olona y Luis Salvador. De esto sabemos un rato quienes vivimos en Granada. No solo sufrimos la incapacidad política del Partido Popular en la persona de Luis Salvador, sino que tenemos que asistir al lamentable espectáculo que, a diario, están dando estos personajes que parecen sacados de la peor película de mafiosos conocida.

Por ordenar un poco los últimos acontecimientos, Fran Hervías (PP, antes CS) y el que en breve será concejal del PP, Manuel Olivares (ahora CS), ratificaron lo que hace unas semanas anunció Macarena Olona (VOX): existe por escrito el acuerdo del ya conocido “2+2”. La guerra está declarada. A continuación, sale a escena César Díaz (PP) pidiendo explicaciones. Por cierto, las mismas que lleva pidiendo Sebastián Pérez (PP) desde el principio de los principios. Por último, ayer miércoles salió Luis Salvador (PSOE, UPyD, CS, futuro aspirante a PP), para negar la mayor a Olivares, Hervías y a la cara de la luna si hace falta. Se suma al plantel Juan Marín (PA, PP, CS) para apoyar a Salvador.

Si te ha costado entender toda esta trama, te la resumo: hay dos bandas más o menos organizadas, la capitaneada por Hervías y Olivares (el nuevo PP) con los cuchillos más afilados, y la liderada por Luis Salvador al que solo le queda un último cambio de chaqueta si quiere acabar vivo políticamente. Nadie se fía de nadie y ahí están, esperándose detrás de las esquinas.

Y mientras, Granada sumida en la mayor crisis de los últimos 100 años. Justo en este momento, cuando todo apunta a una cuarta ola (lo que supondrá un nuevo revés a los trabajadores y autónomos de los comercios, la hostelería o la restauración), fíjense en qué están PP, CS y VOX. Y para colmo, Luis Salvador, cerrado por ajuste de cuentas, pide a los granadinos “autoprotegerse” porque vienen tiempos difíciles. Cuánto cinismo. Aquí, lo sensato sería que todos nos autopreotegiésemos de su nociva incapacidad.

Si tuvieran un mínimo de seriedad, lo primero que tendrían que hacer es pedir perdón por sus infames comportamientos para, después, remangarse de una vez y rescatar a Granada. Podrían tomar nota del principal partido de la oposición que sí está haciendo sus deberes. No me cansaré de repetir que, ni mucho menos, todos los políticos son iguales. La única prioridad ha de estar en recoger el sentir y las necesidades de las personas para pelearlas en el Ayuntamiento de Granada, en el Parlamento de Andalucía, en el Congreso de los Diputados y en Europa. La lealtad a la ciudad debería estar por encima de cualquier cuita. El PSOE lo tiene claro.

Llevamos dos años perdidos. La preocupación crece porque, además de la pandemia, nadie quiere apostar ni invertir en Granada. Este equipo de gobierno no genera ningún tipo de confianza. Es imposible fiarse de quienes trapichean con la ciudad de Lorca, de la Alhambra, de la UGR, del PTS, del Albaicín, de la Chana, de Norte, del Zaidín, de la Cultura y de los restaurantes… Grandes fortalezas y oportunidades, pero una gran debilidad: esta banda que nos (des)gobierna. Granada está huérfana de la principal institución que nos representa.

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Columnista
Jacobo Calvo

Secretario de Organización del PSOE de Granada capital y docente

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