Relatos cortos sin recortar (Ciudadanos públicos singulares I)
Ciudadanos públicos singulares (I)
Sisebuto Capullez y Pelandras, hijo varón y heredero de la señora marquesa del Repollo Escueto y de los Jardines sin Colgar, es un tipo divertido que vive la noche madrileña sin descanso, desenfrenado y sin ningún pudor laboral. No estudió porque aduce que ser analfabeto le da un noble prestigio de aristócrata bohemio que es faro de las grandes reuniones nobles de la nobleza que tiene la noche para divertirse y el día para descansar del ajetreo de la nocturnidad con alcohol y camas libertinas con los cuerpos desnudos.
Sisebuto Capullez y Pelendras, tiene los pies, las neuronas y lo testículos muy planos.
José Follazas y Hierro Tenaz, secretario general de la socialdemocracia de una singular provincia inmóvil, también electo en el Congreso de los Diputados, gusta de copular sin hartura conocida y con todo tipo variado de hembras descocadas o recatadas. Esas que te chupan la sangre en combates de asaltos infinitos o las que te hacen una pía felación bestial y después rezan, in situ, en el tálamo pecador, todo un rosario. José Follazas y Hierro Tenaz, también es un devoto aficionado a los deportivos de altísima gama. José Follazas y Hierro Tenaz, siempre ha sido una ameba con el raciocinio de un pez espada.
Y Federico García Liendres, hijo de tres padres adinerados y de dos madres solteras, conocido periodista de variedades informativas del tocomocho, un ciudadano que también alardea de ser un monje tibetano que no vive recluido en un monasterio budista. Un individuo que escribe con piedad contra los políticos corruptos, los empresarios de espectáculos de variedades circenses económicas y de aquellas criaturas humanas que se dedican a la cultura de ir por las nubes y por las inculturas feroces del cromañón actual. Federico García Liendres, es considerado un dandi con los ropajes de un payaso hortera.
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