Relatos cortos sin recortar (Graz) (15-12-2014)
Graz
La ciudad austriaca de Graz, es una de esas urbes ideales e idílicas en las que siempre se desea vivir, y porque es acogedora y abarcable. Una ciudad mediana de población y de espacios urbanísticos que son increíbles e incalculablemente bellos. Y que posee un casco antiguo tan maravilloso y bello que es casi totalmente insuperable. Y que está declarado, desde hace ya bastantes años por la UNESCO, como Patrimonio Mundial de la Humanidad. Y porque este centro peatonal posee una gran monumentalidad con edificios modernistas de fachadas bellísimas, plazas espaciosas y parques públicos que poseen ese urbanismo que todos los países del mundo europeo desean para sus ciudades vernáculas. La ciudad de Graz es maravillosa. Única. Y es una urbe que suena a música, industria, monumentos, cultura, alegría feliz y alumnos universitarios que cursan sus estudios en su universidad de gran prestigio no solo en Europa. La ciudad de Graz es como un enorme paseo en sus tranvías silenciosos por todas sus calles, plazas, jardines y parques públicos. Graz es una ciudad embrujada de cuento actual. Y sus gentes están muy bien educadas en el respeto ciudadano, en el silencio y en la pulcritud urbana. Graz es viajar a un pasado y a un presente con un futuro ciudadano inmejorable.
Franz Hajak allí ha sido feliz con su hija pequeña Claudia Hajak, que lo ha acompañado en su visita a la ciudad de Graz para estar junto a su otra hija Luna Hajak que allí estudia en su universidad y también con la compañía de su amigo Jonathan Leyva, el novio de Luna . La ciudad de Graz acoge al viajero, en estas fechas mágicas de la Navidad, con sus mercadillos navideños, sus vinos calientes y sus salchichas gigantes embutidas en unos bollos de pan que están atiborrados de tomate y mostaza, y que se venden en unos quioscos instalados en sus plazas céntricas. La más famosa es la plaza Hauptplatz en donde está ubicado su maravilloso e increíble ayuntamiento, y simplemente porque su belleza urbanística es inigualable e increíble. Graz es ciudad con un centro urbano que invita a pasear a pesar de su frío intenso, y con una gran variedad de comercios y cafés en los que también se degustan sus famosas tazas de chocolate casi hirviendo. Calles recoletas, las de sus centro histórico, que no están asfaltadas porque el adoquinado es por donde se transita. Y cuando se observa el reloj con las figuras de una mujer y de un hombre, a tamaño natural, la admiración de todos se detiene para observar como danzan con la música de su carillón. El río Ur que discurre fiero a los pies de la Torre del Reloj en el castillo de Schlossberg, son mágicos. Y por todo esto y por mucho más, la ciudad de Graz es como una manzana roja y verde que invita a morderla con los pies paseantes y con los ojos de un visitante entusiasmado por tanta belleza urbana, cultura y urbanismo inmejorable.
