Luna creciente (Francisco Cuenca) (21-10-2014)
Francisco Cuenca
Su nombre de pila y su primer apellido son: Francisco Cuenca. Aunque casi todo el personal de a pie y mandamás, eso, le llaman: Paco Cuenca. Es socialista. O quizá socialdemócrata. Pero esta precisión ideológica hoy en día tiene poca importancia porque, tanto monta, monta tanto, en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ser un socialista de pro que un socialdemócrata de canto. Ahora las ideologías son como los molinos de viento, si hace aire funcionan o si no corre el viento se paran. Francisco Cuenca es un político que lleva chupando bancada unos cuanto años, pero con la ilusión intacta de ser alcalde. Y su fiel escudero, quizá Sancho, hasta ahora ha sido José María Rueda por imposición soberana de la Torre de la Pólvora o por cojones molineros del PSOE granatensis. No es nada desafortunado tener las ilusiones intactas en Francisco Cuenca por ser alcalde, y porque alguna vez, a lo mejor, a los granadinos que son tan conservadores, les da por cambiar sus votos y dárselos de nuevo a los socialistas o socialdemócratas. ¿Los cambios suelen venir bien porque se abren ventanas cerradas por donde se cuelan airecillos novedosos que traen cosas nuevas y caras con otras formas de discurrir en todo lo referente a la política, a la economía, a lo social y a lo cultural? Cuando los políticos se fosilizan, se convierten en amonites y trilobites con las seseras de piedra. Salvo en el caso famoso de Manuel Pezzi Ceretto (PSOE), y que a pesar de ser un fósil político viviente todos los días piensa como una nueva especie evolucionada a la que su juventud mental la hace digna de ser descubierta por un naturalista o un biólogo. Y lo que menos gusta, es la nula capacidad que tienen otros socialís para maniobrar e intentar formar candidaturas para primarias en el PSOE de esta Granada de adoquines pétreos, almendras garrapiñadas ácidas y aborígenes tercos.
