viernes 26 abril
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Aquel 23 de mayo 3.653 días después

El granadinismo celebra la década del ascenso en Alcorcón, una cita que supuso un antes y un después en la historia reciente del club y que trajo consigo el renacer del orgullo rojiblanco horizontal

Nyom y Llamas celebran el ascenso conseguido en Alcorcón por los rojiblancos. Foto: Luis F. Ruiz

Cuando agonizaba solo unos meses antes de que empezara un nuevo proyecto con Gino Pozzo al mando, el granadinismo vivía en verano de 2009 cabizbajo, sin saber hacia dónde acudir para tratar de reilusionarse y rescatar un orgullo herido por enésima vez en la historia. Pero pocos eran capaces de aventurarse en lo que ocurriría en mayo de 2010. El día 23 del quinto mes de aquel año marcaría un antes y un después para el Granada CF.

Y es que como reza el himno del 80 aniversario de la entidad, aquella fecha lo cambió todo, por obvio que parezca. 22 años después el Granada CF volvió a esta entre la cuarentena de clubes que militaban en Primera y Segunda División. El regreso a la categoría soñada, dejando entre medias cuatro años en Tercera División, dejó los mimbres para lo que hoy se disfruta.

Se cumplen diez años del ascenso en Alcorcón, aquella tarde en el Estadio de Santo Domingo donde el rojiblanco invadió al amarillo de los madrileños, donde los goles de Iván Amaya e Ighalo sirvieron para garantizarse un billete directo hacia la Segunda División, aunque no se haría sin sufrimiento, como manda la historia, a la granadina.

Se sufrió y mucho en aquel partido que solo una semana antes había quedado encarrilado, pero cuando acabó el encuentro también se puso punto y final a la historia negra del granadinismo durante dos décadas y comenzó otra etapa no menos gloriosa, también con sus lunares, pero cuyo balance en líneas generales han sido muy positivos.

Ighalo es llevado en volandas por los aficionados rojiblancos. Foto: L. F. R.

Desde entonces el equipo ha pasado hasta siete temporadas en Primera División, de donde se cayó pero se volvió a levantarse para vivir una etapa actual que, pese a la crisis sanitaria, no ha disminuido en absoluto la ilusión de los seguidores rojiblancos por alcanzar cotas nunca vividas.

Solo el hecho de que la final de la Copa del Rey quedase muy cerca ya es la demostración de que nada tiene que ver esta etapa gloriosa del Granada CF con la escrita de 1988 a 2010, donde los escándalos en la gestión eran protagonistas y lo que acontecía en el césped quedaba en un segundo plano.

Pero quienes no dejaron de creer nunca se aferraban a que llegaría algún 23 de mayo para despertar del letargo, motivado fundamentalmente por la creación de una plantilla consolidada y que ofrecía todas las garantías para lograr el ascenso. Aquel día todo cambió, para bien, y aunque se recuerda diez años después, en la mente del granadinismo la fecha está muy presente 3.653 días después.

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