De Julio César a María del Carmen, nombres propios de un día histórico para Granada
La ciudad disfrutó con el Desfile de las Fuerzas Armadas y entregó su capacidad organizativa, con presencia de cuatro emblemas en la tribuna principal
Apenas un día después del desfile de las Fuerzas Armadas en Granada, la ciudad ya sabe que hay algunos nombres propios que pasarán a la historia de un día que será recordado para siempre. El 3 de junio volvió a poner de relieve la capacidad organizativa de grandes eventos.
Uno de los atractivos en este tipo de actos suele ser la cabra de la Legión. Antes del inicio del desfile, en la Avenida Constitución, quienes lo quisieron pudieron conocer de cerca a la mascota de este cuerpo militar, que en esta ocasión se llama Julio César y apenas supera los dos años.
El animal fue de nuevo una de las sensaciones en su discurrir por las calles de Granada, con pequeño hilo que evitara que quisiera quedarse en la ciudad por siempre y al mismo ritmo que marcan los legionarios, unos 160 pasos por minuto.
Pero hubo más nombres propios este 3 de junio en Granada. Otro de ellos fueron los rincones y lugares emblemáticos de la ciudad, que dieron denominación a las cuatro tribunas de invitados para presenciar el desfile en torno al Rey Felipe y la Reina Letizia.
La Alhambra, el Albaicín, Sierra Nevada y el Río Darro, que protagoniza la calle más bonita del mundo, fueron protagonistas para saber dónde se tenía que situar cada uno de los asistentes al acto, teniendo que soportar, eso sí, un sol de justicia que adelantó el 'moreno' a más de uno y una en el inicio de este junio alocado.
Primera mujer
Cuando se cumplen 35 años de la entrada de la mujer en las Fuerzas Armadas, en esta ocasión ha tenido que ser Granada la protagonista para romper un pequeño pero importante techo de cristal. Lo hizo la cabo María del Carmen Gómez, al ser la encargada de portar la bandera de España desde las alturas.
En su aterrizaje a la Plaza Einstein sonreía casi sin saber cómo actuar al ver cómo parte de su paracaídas había caído sobre la cabeza de dos componentes del Batallón de Honores de la Guardia Real.
Otro de los nombres lo protagonizó la Patrulla Aspa, con sede en la Base Aérea de Armilla y que fue una de las más aclamadas de la mañana, en la que el público aguantó estoicamente desde el inicio del recorrido hasta la calle Arabial en su enlace con Neptuno, donde el público no quiso perder detalle.
Granada es una ciudad de contrastes tal y como quedó demostrado también en los balcones, de donde en el 99% de los casos colgaban banderas de España, salvo en dos, donde lo hacía de uno la bandera republicana y en otro del Granada CF. Cada uno entiende el Día de las Fuerzas Armadas a su manera.
Sea con sol o sin él, con una multitud incalculable por las propias autoridades o con nombres propios durante todo el cortejo, lo que quedó claro es el éxito de una cita que ya es historia de Granada.
