El secreto estuvo en los detalles
Diego Martínez, que tiene en Simeone a uno de los espejos en los que fijarse, advirtió en la previa de la necesidad de controlar los pequeños errores, lo que permitió al Granada CF puntuar ante el Atlético
Aunque Diego Martínez no suele desvelar mucho en sus ruedas de prensa previas a los partidos que juega el Granada CF -sobre todo en cuanto a alineación y sistema de juego-, el preparador rojiblanco sí da pinceladas que corroboran con posterioridad por dónde pueden ir sus encuentros.
El gallego advirtió el viernes de que su equipo tenía que estar concentrado en los pequeños detalles, los que pasan inadvertidos y que podían decantar la balanza a un lado u otro y así ocurrió en el valioso punto sumado por el Granada CF ante el Atlético de Madrid.
El equipo rojiblanco supo bascular sobre todo en el centro del campo y mostrar una defensa sólida en la que la concentración fue la pieza fundamental para evitar males mayores, aunque el gol del Atleti llegara con el futbolista colchonero llevando al límite el fuera de juego.
El gol del empate llegó con todo el estadio más pendiente de la expulsión del técnico gallego, con un remate en el que Germán entró casi sin esperarlo nadie. Después llegaron los detalles de atar el partido, pues el Granada CF aprendió del día de la Real Sociedad que un punto siempre es mejor que cero.
Diego Martínez y Simeone, el espejo
Acababa de comenzar el partido y uno de los balones se marchó a saque de banda, cayendo el balón en el banquillo de Diego Martínez. El gallego cedió la pelota para que sacara el Atleti al banquillo de Simeone, que devolvió la pelota. Después Diego hizo lo propio con su homólogo y ambos comenzaron un peloteo simpático reconocido por Los Cármenes.
El entrenador granadinista ya ha reconocido en alguna ocasión que tiene en el argentino uno de los múltiples espejos en los que se fija en su profesión y vivió el sueño de enfrentarse a otro de los grandes, como reflejo de cumplirse un sueño que poco a poco se va masticando.
Así, el Granada CF hizo de Atlético de Madrid en la solidez atrás y sobre todo en la casta para atajar un punto que sube a 21 los que tiene el equipo y sobre todo evita que la sangría siguiera después de tres derrotas consecutivas.
El árbitro
Capítulo a parte merece la actuación de Medie Jiménez, con una actuación muy discutida al cargar de tarjetas más al Granada CF que al Atleti, dos de ellas por protestar; y expulsar a su entrenador en el minuto 64 también por protestar.
Lo que quizás no sea muy de recibo es reclamar la roja a Correa por doble amonestación en un piscinazo clarísimo, pero olvidarse que justo antes Montoro debió acabar en la caseta con roja directa por un feo pisotón a un contrario.
El colegiado no tuvo su noche en las pequeñas decisiones que también desquiciaron a los granadinistas, tanto es así que el VAR ni estuvo ni se le esperó cuando el Atlético de Madrid reclamó un posible penalti sobre Dario, que también hay que recordarlo. Mal día sí, pero para ambos equipos, no solo para uno.
