La Avenida de la Constitución, una de las vías con mayor contaminación acústica
El mapa de ruidos de la zona sanitaria, docente y cultural, que aglutina parte de los distritos Albaicín, Centro, Beiro y Norte, muestra que el tráfico es el principal problema
La Avenida de la Constitución y Avenida de Fuente Nueva serían las dos vías granadinas que mayor contaminación acústica soportan en el tramo de día -de 07.00 a 19.00 horas-. Esta es una de las principales conclusiones que se han extraído del mapa de ruidos, elaborado por el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Granada y la UGR, de la que se ha calificado como zona sanitaria, docente y cultural que englobaría parte de los distritos Albaicín, Centro, Beiro y Norte.
De este modo, los puntos más problemáticos, esos que superan los 60 decibelios (dBA), son las vías de circulación entre las que se encuentran, además de la Avenida de la Constitución y Fuente Nueva, Plaza de San Isidro, Avenida de Madrid, calle Doctor Olóriz, Ribera del Beiro y Avenida de Pulianas. De la superficie de la zona, el 71% cumple el valor objetivo, donde se ubica casi el 60% de su población residente. Más del 85% de las personas empadronadas en esta zona están expuestas a unos niveles inferiores a 65 dBA y solo un 4% a niveles superiores a 70 dBA.
Según, la concejal de Medio Ambiente, Telesfora Ruiz, "la principal fuente de contaminación acústica es el tráfico, las vías que atraviesan la zona sanitaria, docente y cultural. Este es el más estricto de todos y el que tiene menos permisividad con 60 decibelios de día y 55 dBa de noche y, sin embargo, cumple el 71% cuando en el anterior estudio se cumplían los objetivos en poco más del 41%".
En este sentido, ha destacado que en el mapa comparativo de cambios, con respecto a 2007, "es mucho más alto lo que ha mejorado que lo que ha empeorado" y ha señalado como principales causas por las que han bajado esos niveles de ruido en la capital la limitación de velocidad en algunas arterias, la restricción de la entrada de vehículos, el cambio de transporte público en lo que afecta a vehículos pesados, pavimentos con materiales absorventes del ruido, así como las medidas de peatonalización de calles.
Por el momento, el Ayuntamiento continuará analizando el resto de zonas antes de adoptar decisiones. Asimismo, cuando el mapa de ruidos esté completo, en dos o tres meses, se procederá a la elaboración de un nuevo plan de acción a partir del anterior, el Plan Lorca, que "se revisa, se contrastarán los datos y se verá si es necesario incrementar más medidas en alguna zona concreta".
"Esta labor va a tener que someterse, sin duda, a la participación de vecinos, representantes y responsables de instituciones, establecimientos comerciales y demás porque una ciudad habitable al 100% sería una ciudad puramente peatonal con restricción de ocio nocturno, pero eso es incompatible con la mayor parte de las actividades de la vida diaria y la movilidad", ha subrayado Ruiz.
De igual forma, la edil ha mostrado su compromiso de proteger las zonas tranquilas. Esto es, si ya hay zonas verdes en términos del color acústico, garantizará "que nunca pasen a rojas y, para ello, hay unos mecanismos de protección que debemos dar".
Para llevar a cabo estas mediciones se ha procedido a la instalación de unos 50 sonómetros en toda la zona de actuación, ocho de ellos ubicados de forma permanente.
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