La concentración de dióxido de nitrógeno en Granada vuelve a índices previos al coronavirus
La emisión de estos gases ha aumentado un 26% respecto a la última semana antes de que se declarase el estado de alarma y por tanto se redujera la circulación de vehículos
La concentración de dióxido de nitrógeno (NO2) en Granada registrada en las últimas semanas, coincidiendo con la desescalada y la llegada de la 'nueva' normalidad ha regresado ya a índices previos a que se iniciara la crisis del coronavirus en la tercera semana de marzo.
Así lo refleja el informe de indicadores de calidad del aire durante el estado de alarma declarado por el impacto del Covid-19 publicado este viernes por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Según estos indicadores, Granada comenzó el año en índices rojo -el más elevado- en la tercera semana de enero, con hasta 66 microgramos por metro cúbico (g/m3), índice que no bajó de los 50 hasta la séptima semana del año, en febrero.
Sin embargo, fue con el inicio de la pandemia cuando los medidores de tráfico redujeron la concentración de nitrógeno de dióxido (NO2) hasta los 12 g/m3 en la primera semana de la pandemia (la duodécima del año). Ese índice se mantuvo por debajo de los 20 microgramos hasta que Granada entró en la fase 1 de desescalada, en la vigésimo primera semana del año.
Desde entonces, el registro acumulado en la ciudad ha estado por encima de los 20 g/m3 -nivel amarillo- , hasta el punto de que en la última semana, la primera de julio, se ha situado en los 33 microgramos, índice superior incluso al que había antes de que llegara la pandemia.
La emisión de estos gases ha aumentado un 26% respecto a la última semana antes de que se declarase el estado de alarma y por tanto se redujera la circulación de vehículos.
También otras partículas
El informe mide en estaciones urbanas o suburbanas de municipios con más de 200.000 habitantes el comportamiento que han seguido dos de los contaminantes con mayor incidencia sobre el bienestar y la salud de los ciudadanos: el dióxido de nitrógeno (NO2) y las partículas en suspensión inferiores a 10 micras (PM10), ambos relacionados con el tráfico y la combustión en procesos industriales.
El estudio analiza los resultados por contaminante y su relación con la reducción del tráfico rodado debido a las medidas adoptadas durante la crisis sanitaria.
El informe también recoge los datos de PM10, vinculados a las partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen dispersas en la atmósfera.
En este sentido este dato el más alto registrado llegó a los 46 microgramos en la primera semana de enero y superó los 40 en otras cuatro semanas más, todas antes de la pandemia.
Cuando llegó el coronavirus y por tanto el estado de alarma, el registro al respecto ha estado por debajo de 20 g/m3 en la mayoría de semanas, si bien en las dos últimas ha vuelto al índice amarillo, cerca de los 30 microgramos.
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