Siete escaños en juego: los votos que aseguran un diputado por Granada
La participación y los sufragios que obtengan los dos partidos más votados son claves en el reparto de representantes por la provincia
La provincia de Granada pone en juego siete diputados el próximo 23 de julio. Al igual que viene haciendo en todas las convocatorias electorales a las Generales, los representantes de la provincia se eligen mediante el método D'Hont, si bien no en todos los casos ha costado lo mismo conseguirlos.
Para repartir los siete escaños la participación del electorado así como el número de votos que reciban fundamentalmente los dos partidos más votados son clave para conocer cuánto puede costar un diputado provincial y el número de votos mínimo que hacen falta para entrar en la Cámara Baja por la provincia granadina.
Si hay un dato que históricamente otorga al menos un diputado provincial a los partidos es el de más de 66.300 votos, es el tope más alto que necesitó un partido para obtener representación en unas Elecciones Generales en la provincia de Granada.
Concretamente fue en 2008, entonces con el bipartidismo como protagonista, cuando el último diputado repartido se logró con 66.244 votos, quedándose IU entonces a la distancia más amplia que ha estado un partido de lograrlo, concretamente a 39.629 votos.
Y es que es la formación comunista la que tradicionalmente ha quedado más años a las puertas de conseguir diputado, unas veces con mayor y otra con menor distancia, como sucedió por ejemplo en 1986, donde a IU solo le separaron apenas 2.100 votos para cosechar representación, después de obtener 46.831 votos cuando los necesarios eran 48.777.
A partir de 1993 la necesidad para conseguir representación aumentó por encima de los 50.000 votos con el incremento de población en Granada, de modo que el número de votos necesarios fue de casi 54.000, si bien en 1996, en la primera victoria del PP a nivel nacional; se necesitaron 61.214 sufragios para lograr un escaño por Granada, año en el que IU fue la última vez que logró representación.
Del bipartidismo a las nuevas formaciones
De la representación bipartidista que tuvo Granada hasta los comicios de 2011 la provincia registró un cambio de tendencia en las cifras necesarias para obtener un diputado a partir de 2015, con la aparición de nuevos partidos.
Ya en el comienzo de esta década, en 2011, la aparición de UPyD redujo el cupo de votos necesarios para los partidos, de modo que con 59.446 sufragios se obtuvo un representante. IU de nuevo fue el que más cerca se quedó, al llegar a los 40.360.
En las siguientes cuatro convocatorias electorales en Granada la división de partidos ha bajado de los 60.000 votos necesarios para lograr representación, que desde 2015 ha repartido los siete escaños de Granada entre al menos cuatro partidos.
Así, la horquilla necesaria ha oscilado entre los 52.996 votos que hicieron falta en la última convocatoria electoral en 2019 (el 10 de noviembre) y los 59.159 que se necesitaron precisamente el mismo año en la convocatoria del 28 de abril.
Precisamente en esta cita electoral Granada vivió el mayor reparto entre partidos diferentes del número de diputados, de modo que lograron escaños el PSOE (3) y PP, Cs, Podemos y Vox, con uno cada uno.
Los votos cosechados por los partidos son esenciales en cada caso, incluso en algunos de ellos por un puñado de votos. Es lo que sucedió por ejemplo en 2015, donde el último diputado en liza lo logró el PP por una diferencia de 157 sufragios respecto al PSOE, el último partido en entrar en el reparto.
Publicidad
