viernes 26 abril
LA CAPITAL - ENTREVISTA (PARTE I)  |   | Noelia S. Lorca - Luis F. Ruiz | Fotos: Álex Cámara

"Soy el vicepresidente del Patronato de la Alhambra y no pinto nada"

José Torres Hurtado hace balance de sus 11 años al frente de la Alcaldía en el Ayuntamiento de Granada en una entrevista exclusiva con 'ahoraGranada' · Insiste en la necesidad de que la ciudad tenga más presencia en la gestión del monumento

El alcalde de Granada, José Torres Hurtado, cree que la LAC cambiará la vida del granadino para mejor. Foto: Álex Cámara

El alcalde de Granada, José Torres Hurtado, cree que la LAC cambiará la vida del granadino para mejor. Foto: Álex Cámara

Tras 11 años al frente de la Alcaldía de Granada, José Torres Hurtado está más que acostumbrado a 'lidiar' con periodistas. No solo en las convocatorias o ruedas de prensa que ofrece, sino en las distancias cortas a pesar de que no suele conceder demasiadas entrevistas. Es esta una de las pocas, ofrecida a ahoraGranada , a menos de un año de las Elecciones Municipales de 2015. Más de cuatro mil días en el cargo que han dado para planificar y llevar a cabo proyectos que en el pasado parecían demasiado lejanos y que, en la actualidad, se han convertido en una realidad. No obstante, todavía son unos cuantos los que parecen dilatarse "eternamente" en el tiempo, como la construcción de la Línea 1 del Metropolitano, ese que asegura más de un quebradero de cabeza le ha dado.

Pregunta.- ¿Será usted el alcalde que inaugure el Metro?

Respuesta.- Espero que sí. Entre otras cosas porque si la Junta de Andalucía cumple su promesa se inaugurará a final de 2014. Y salvo que me muera, seguiré siendo alcalde de la ciudad de Granada. Espero inaugurarlo incluso en fechas posteriores. No tengo ningunas intenciones de retirarme y si los ciudadanos me votan…

P.- Más que por el hecho de que siga vivo, le pregunto por el hecho de que la Junta cumpla antes de que usted se marche de la política.

R.- El Metro es una de las cosas más aberrantes desde el punto de vista de eficacia y de respeto a los ciudadanos que se ha podido hacer en esta ciudad. Cuando se firmó el Metro en 2006, se dijo en ese documento que el valor iba a ser 276 millones de euros y que se tenía que acabar en tres años, lo que significa que se tenía que haber acabado en 2009. Va por más de 550 millones de euros, dicen, porque este Ayuntamiento no tiene ninguna notificación ni conocimiento del tema, lo sabemos por las empresas y declaraciones de la propia Junta de Andalucía. Estamos en 2014 y el sufrimiento que la Junta ha hecho a los ciudadanos de Granada por haber planificado una obra sin dinero es notorio. Cuando se hace una obra lo primero que se debe hacer es molestar lo mínimo posible y para molestar lo mínimo posible es imprescindible planificarla bien, hablar con los vecinos y, sobre todo, que exista una buena coordinación entre todos para que fluya fácilmente dentro de los inconvenientes que tiene una obra. Esto se ha hecho absolutamente al revés. Empresas distintas, tramos distintos, UTES distintas, sin dinero, paralizaciones. Ha sido horroroso lo que han sufrido los granadinos, para ellos se queda, y la ruina que ha provocado en algunas zonas.

PERFIL | Más de media vida política
A sus 67 años, José Torres Hurtado, natural de Píñar, lleva más de media vida en esto de la poltíca. Con once años a su espalda en la gestión de la ciudad, fue el sucesor del gobierno tripartito en las Elecciones Municipales de 2003. Miembro del Consejo de Administración de la RTVA, ha sido, además, diputado nacional por Alianza Popular en 1982, senador electo por Granada en la tercera legislatura -1986-, diputado autonómico por Granada en 1990, diputado por Granada en el Parlamento de Andalucía en marzo de 1996 y delegado del Gobierno de España en Andalucía hasta la presentación de su candidatura a la Alcaldía de la ciudad.

P.- Sus oponentes creen que usted tiene parte de culpa en el retraso de las obras del Metropolitano, ¿qué grado de responsabilidad es suya y cuál de la Junta en no haberse terminado?

R.- Absolutamente ninguno, ni yo ni el Ayuntamiento de Granada. A mí me acusan de dos cosas. Una, que el encarecimiento del Metro es consecuencia de unas variables que yo he planteado. Cuando se firma ese documento en junio de 2006, el Metro venía soterrado desde Villarejo por todo Camino de Ronda. Es la Junta de Andalucía la que nos llama y nos pregunta si nos importaba cambiar el trazado desde Villarejo hasta Méndez Núñez y hacerlo por la zona de los hospitales, pasando por Renfe y los paseíllos del Campus Universitario. Se dieron cuenta de que era más barato. Eso hay que entenderlo muy fácil, por ser en superficie. Y el cruce del ferrocarril con el Metro en Ronda solo valía 20 millones de euros, según la consejera Concha Gutiérrez. El trayecto Villarejo-Méndez Núñez no recogía prácticamente viajeros y se dejaba sin dar servicio a todas las personas de los hospitales, de los juzgados, de la estación y, por supuesto, de la Universidad. Ante lo que dijimos que era estupendo.

"Ni el Ayuntamiento ni yo tenemos ninguna responsabilidad en la tardanza del Metro"

La segunda acusación que me hacen es que he retrasado esa circunstancia. Que en 2009 tenía que estar acabado el Metro, según ese documento. Es cuando viene a Granada la consejera Rosa Aguilar y decide con el Ayuntamiento que se hiciera el Metro soterrado o los coches soterrados según la opinión de los técnicos. Era difícil llevar a cabo las dos cuestiones en el Zaidín. Los técnicos contemplaron la posibilidad de coches soterrados y Metro por encima y se empieza la obra con esa premisa, pero solamente durante mes o mes y algo. No llegan ni a terminar las redes y se paralizan las obras por falta de dinero, en esa paralización vuelven a insistir en que quieren que no se haga el soterrado de los coches. Nosotros accedemos a retirar la LAC, que venía desde el final del Zaidín, su punto de salida –en Los Cármenes-, hasta el Palacio de Congresos. Lo aceptamos para que no se encareciera el proyecto. Por lo tanto, a quién están acusando, como ahora, que le echan la culpa a Renfe y Adif de que les ha dado permisos hace poco para la variante de la estación. ¿Y por qué no se la dio el Gobierno de Zapatero durante ocho años que estuvo gobernando en Madrid? ¿Ahora la culpa la tiene el PP? Es tirar balones fuera para intentar justificar lo injustificable, que es el costo. Nadie sabe dónde se ha ido el dinero, ni por qué se ha ido, los retrasos de 2009 a 2014, y lo que queda.

P.- Usted reclama más capacidad de decisión en la Alhambra. Pidió un ascensor y le dijeron que no. Pidió dos euros para el Albaicín y le dijeron que no, ¿con qué muros del Patronato le falta toparse?

R.- El muro es el mismo: la sinrazón de la Junta de Andalucía. Yo soy vicepresidente del Patronato de la Alhambra y no pinto nada. Por no pintar, no tengo ni una autorización firmada por la conservadora para poder entrar, y sin ese papel los guardias que hay no me dejan pasar aunque sea el alcalde de Granada. Esta gente tiene el convencimiento de que la Alhambra es una joya y que tuvieron la suerte, en el año 1984, de que le dieron sus competencias. Es de ellos. Cuando digo de ellos es de Sevilla, la administran y no quieren ninguna sugerencia sobre nadie. Le dan más participación al Ayuntamiento de Granada en ese Patronato, teóricamente muy democrático pero en el que no pintamos nada, y no nos hacen caso, ya que a cualquier cuestión que propones te dicen que no.

Aunque puedo llegar a entender el no al ascensor, no lo comparto. Digo esto porque se creó una comisión de técnicos que dijo que era absolutamente viable hacerlo y porque exactamente igual que lo que propongo, que es un túnel y un ascensor que sube, lo ha hecho la Junta en la Alcazaba de Málaga. Por qué allí sí y aquí no. Eso lo hemos resuelto con el ‘trenecito’ que baja a los turistas. Lo que pretendo es que el turista que va a la Alhambra baje a Granada. Lo de los dos euros es algo totalmente incomprensible. Si dijese que de lo que cobran me dieran un 15%... Pero no digo eso. Lo que propongo es que todo lo que recaudan sea para el Patronato y que el precio de la entrada se suba dos euros para invertirlos en la otra parte del Patrimonio de la Humanidad.

Cuando tenemos que hacer declaración sobre las inversiones, no se diferencia Alhambra y Albaicín, el patrimonio es uno. Al final tenemos que decir lo que hemos hecho y lo lógico es que compartamos beneficios, ingresos y gastos. Por qué dicen que no, es incomprensible. Qué le importa a nadie que a un alemán se le cobre dos euros más cuando la Alhambra es de los monumentos más baratos del mundo para visitar. Hay monumentos mucho peores que la Alhambra que están cobrando mucho más. Además, tenemos saturadas las visitas. No corremos peligro porque la gente deje de venir, hay gente esperando que quiere venir. Alegan que no es legal. Cómo no lo va a ser en una cosa que es Patrimonio de la Humanidad, que tiene posibilidades de ingresos que se pueden invertir en todo el patrimonio. Yo tampoco quiero que venga a la ciudad, sino directamente a la otra parte de la ciudad que gestiona la Agencia Albaicín y que, con el acuerdo de la Alhambra, hagamos las inversiones que tengamos que hacer. Eso no lo puede entender nadie cuando se han acabado los fondos europeos, cuando la Alhambra puede conseguir fondos europeos y el Albaicín no. Hay más posibilidades, desde el punto de vista de esos fondos, para restaurar un monumento que para darle una subvención a un vecino para arreglar su fachada.

P.- Hablando del Albaicín, ¿está en riesgo la declaración como Patrimonio de la Humanidad?

R.- El Albaicín no puede perderla, puesto que la perdería todo. El Patrimonio de la Humanidad es uno, no dos. Aquí hay una confusión por parte de los socialistas. No hay dos patrimonios, Alhambra y Albaicín. Es uno, el conjunto Alhambra, Generalife y Albaicín. La pena es que si tuviésemos una financiación anual constante, que nos generase esos dos euros o los que sean de la Alhambra, podríamos hacer una programación plurianual del mantenimiento del Albaicín exactamente igual que lo hace la Alhambra. Nos dicen que no pueden invertir fuera del monumento y sí lo hacen en la Fundación Rodríguez Acosta y en el Corral del Carbón. Que digan otra cosa, pero que no nos quieran hacer tontos.

P.- Cuando habla de ‘trenecito’, ¿lo hace de forma cariñosa o despectiva?

R.- Cariñosa.

"Si el Albaicín perdiese la declaración de Patrimonio de la Humanidad, también lo perdería Alhambra y Generalife. Son un todo"

P.- Se creó para traer turistas a la ciudad desde la Alhambra, ¿está satisfecho con los resultados que está obteniendo?

R.- Son muy buenos. Creo que cualquiera que se dé un paseo se dará cuenta de que tiene una ocupación muy importante y a mi la gente lo que me dice es que le gusta, que es muy bonito y que el recorrido es muy atractivo. Lo del ‘trenecito’ porque es pequeñito.

P.- Y el otro ‘trenecito’, a modo de autobús, la LAC, ¿qué supondrá para el granadino?

R.- Granada, como todas las ciudades, tiene una geografía muy estrecha de calles, tiene un problema de comunicación de los servicios públicos, de los transportes. Hay una ley, poco conocida, de 2011, que la hizo Zapatero, al que no voy a echar la culpa aunque podría, que hace que la Comunidad Europea obligue a los estados miembros a hacer la traslación a su legislación de una directiva comunitaria para la mejora de calidad de vida, lo que se llama el sostenimiento del Medio Ambiente. Granada, como otras muchas, no cumple ninguna de esas normas porque por el centro pasan 15 líneas de autobuses. Se ve una hilera de autobuses rojos, casi como un tren. Y van molestándose unos a otros, incluso para salir de la parada.

Nosotros nos adelantamos a la Ley del 2011, que obliga a hacer una mejora en los transportes públicos, ya que de no hacerla retirarían la subvención al transporte público del Ministerio de Economía que, en Granada, supone en torno a cuatro millones de euros. Nosotros tenemos la notificación oficial, llegó hace cuatro o cinco meses. Lo sabíamos y empezamos a funcionar. Lo que vamos a hacer es quitar toda esa contaminación que producen tantos autobuses y poner uno solo que pase por el centro, con dos cabeceras: Palacio de Congresos y Caleta. En esos dos puntos confluyen el resto de las líneas de la ciudad, con lo cual damos un paso de gigante. Ya habíamos dado un paso con la peatonalización de parte del centro con la que se han quitado cantidad de vehículos y ruidos. Este es el segundo paso.

Creo que se ha pensado bien por una razón. Le pregunto a cualquier ciudadano, el primero yo, de dónde hasta dónde va la línea ‘x’ y estoy seguro que habrá muy pocos vecinos, salvo los usuarios de esas líneas, que sepan adónde van. La inmensa mayoría de la gente no tiene ni idea de las rutas que siguen los distintos autobuses con sus numeraciones y sus destinos; sus salidas y llegadas. Ahora, Granada tiene un centro, una zona Sur y una zona Norte. Es mucho más sencillo. Todas las rutas van al Palacio de Congresos, ahí intercambian con otros autobuses que lo más que tardarán serán tres minutos. En el caso de la zona Norte es igual, las rutas irán a Caleta. Todo esto para la gente que quiera venir al centro, la que tenga ir del Sur al Norte y viceversa, podrá usar los SN y que harán recorrido por Camino de Ronda. Y luego los universitarios. No hay más ‘tinglados’, el ciudadano en cuanto se acostumbre lo verá mejor.

Todos los autobuses del centro, los LAC, son autobuses de gran capacidad, de 200 pasajeros. Los bordillos se están arreglando y las paradas serán como el Metro. Las personas mayores se subirán muy cómodas. Se abrirán las cuatro puertas para que salgan y entren los viajeros que ya habrán picado billete en otros autobuses o en unas máquinas que también se pondrán. El tiempo en las paradas será de medio minuto, no habrá ningún autobús que se estorbe. Hay mucho ahorro de tiempo.

P.- ¿Es esta su gran apuesta a un año de las Municipales?

R.- Esta es una gran apuesta de la ciudad de Granada por mejorar su transporte público. Yo hago las cosas no porque vaya a tener un problema electoral o deje de tenerlo. Granada lo necesita. Esto fue una promesa electoral que hicimos, el problema es que no hemos podido hacerla antes porque primero ha habido que buscar los vehículos, después ha habido que hacerlos. Son vehículos especiales que han tardado en fabricarse. Hace más de un año que estaban encargados, nos dieron ese plazo. Luego ha habido que hacer la reforma de las paradas. No es un huevo que se eche a freír. Ahora estamos haciendo una campaña de información muy fuerte y va a seguir haciéndose muy fuerte para que los vecinos sepan cómo coger los vehículos. No solo en medios de comunicación, sino que va a haber informadores cuando empiecen a funcionar para las personas que tengan dudas. Hay dos ciudades que se han adelantado un poquito a Granada, una es Vitoria y están encantados, y luego Barcelona.

P.- En su programa electoral no iba una estación de AVE en el Cerrillo, ¿mantiene su idea?

R.- El problema es que los gestores políticos tenemos que tratar de poner soluciones conforme llegan las circunstancias. No hay posibilidad económica de hacer la estación en Andaluces por la cantidad de millones de euros que valía y porque se ha venido abajo el valor de los suelos, que era como se pensaba financiar eso. En 2010, irrumpe algo que ni se pensaba, el Corredor Mediterráneo. La Unión Europea, que no pensaba invertir más en corredores, se encuentra con problema del volcán de Islandia y se da cuenta de que el transporte aéreo es muy vulnerable, mientras que el transporte ferroviario es muy sólido y muy seguro, así como el marítimo. Por tanto, decide volver a retomar este tipo de proyectos y en ese corredor ferroviario aparece esa famosa `Y` europea que viene por el Mediterráneo y que presenta una lucha en que eso se haga y vaya por la Costa.

"La estación del AVE en el Cerrillo está aparcada, no desechada"

Yo entro en esas discusiones y pregunto por qué no pasa por aquí, independientemente de que haya dos ramales. Esa era mi apuesta. Tengo la suerte de que la UE acepta la propuesta de que pase por Granada y desecha la de la Costa, cosa que no pensaba en ningún momento que se fuese hacer. Sabía que estaba luchando con la dificultad de que a partir de Almería había dos ramales. Es una ocasión de oro que le ha tocado a Granada. Se premiará dentro de 10 ó 15 años, pero es un hecho aprobado en la UE. Al pasar por Granada, lo que estaba claro es que la estación término es Andaluces. Había que buscar una solución que permitiese que esa fuese la estación de paso. Lo que los ingenieros de Renfe vieron clarísimo es que, desde el Pantano de Cubillas, se trazase una línea recta, pegando a la A-92, y que siguiera para Algeciras, pero eso era retirar la estación de Granada mucho.

Nosotros empezamos a buscar con los técnicos del Ayuntamiento una solución que pudiera ser compatible. Y encontramos la del Cerrillo. Esa solución ahora mismo está aparcada, no desechada, dado que el AVE va a llegar a la Estación de Andaluces en superficie y sin hacer una gran infraestructura de doble vía. Para que los granadinos podamos estar en 2015 en Madrid pero sin desechar, en ningún momento, la solución de que se complete la obra que se empezó y que la estación esté lo más céntrica posible en Granada. Y que no haya dos estaciones porque nos pueden hacer una estación para el AVE de Madrid y otra para el Corredor Mediterráneo, en Atarfe o donde sea, eso es lo que yo no quiero. Sigo manteniendo que la solución ferroviaria de Granada hay que hacerla pensando más en el Corredor Ferroviario Mediterráneo que en el Corredor de Madrid, aunque tampoco hay que desecharlo. No son excluyentes, sin complementarias.

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