miércoles 15 mayo
La Cínica Interviú  |   | Francisco Barajas

“Tenemos que potenciar la movilidad sostenible”

Telesfora Ruiz, concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Granada: “Una multa municipal es el precio que se debe pagar por un comportamiento poco responsable”

Telesfora Ruiz, en el centro de control de Movilidad del Ayuntamiento de Granada. Foto: Álex Cámara

Telesfora Ruiz, en el centro de control de Movilidad del Ayuntamiento de Granada. Foto: Álex Cámara

Telesfora Ruiz es la concejala delegada de Movilidad del equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento de Granada, la Casa Bailía de la Plaza del Carmen, una dama abogada y funcionaria que escribe novelas de forma interesante para sus lectores. Y que es capaz de definir de forma correcta y sabia lo que es movilidad frente a lo que es tráfico. Nos molan cantidad, desde luego, las concejalas delegadas de Movilidad que también definen fantásticamente bien lo que es una multa municipal, y porque así al pagarla no echamos sapos y culebras por nuestras bocas ciudadanas con un lacerante roto enorme en los bolsillos económicos. He realizado muchas entrevistas, sí, pero las que más me gustan son aquellas en las que “las” y “los” entrevistados no se hacen los “listillos” y van y contestan de forma inteligente, sosegada y comprendiendo el sentido del humor que debe de imperar en las entrevistas que pretenden entretener al lector, y sin que el entrevistado se crea que es el “papá o la mamá” de Tarzán. Y este es el caso de doña Telesfora Ruiz, que contesta razonada e inteligentemente para solaz y disfrute de los lectores. Y sin mensajes políticos lerdos para “joder” a los contrarios políticos. Muchas gracias, señora Ruiz, doña Telesfora, y que disfrute usted de una pronta movilidad que es sostenible. Esto será razón para asegurar que su labor ha sido muy positiva para esta ciudad de almendras garapiñadas amargas y de automóviles tan dulces como la miel a la que acudieron diez mil moscas conductoras golosas que murieron presas de patas en el infernal tráfico.

Pregunta.- La felicidad es algo que no se vende en ningún lugar ni en ninguna gran superficie comercial o boutique… ¿Es usted usuaria continua o coyuntural de la LAC y ha llegado a su destino sin dilación y sin tropiezo alguno?

Respuesta.-  Pocos caminos están exentos de obstáculos. Sin embargo, estoy convencida de que la LAC rodará suavemente en breve. Suelo utilizarla por las tardes para ir de compras y observo mucho a los viajeros. En general, comentarios de agrado por la alta frecuencia y la rapidez. Es otro concepto de los desplazamientos urbanos que ya va calando.

P.- Una crítica correcta puede ser un elogio y no una pedrada que salta un ojo… ¿Las críticas a la LAC son producto de que a la ciudadanía granadina, incluyendo a la noble y leal oposición política, le gusta lo de “malo conocido que bueno por conocer y padecer”?

R.- Es normal la reacción crítica en un cambio de esta naturaleza. A la mayoría le cuesta romper su rutina de muchos años y adaptarse a nuevas líneas de autobuses urbanos, con nombres distintos y modificaciones en sus itinerarios. Sin embargo, hay críticas que ayudan mucho, aportando propuestas que mejoran el engranaje del sistema. Y las agradezco. Otra cosa es la postura oportunista de quienes saben que esta transformación era necesaria y que hubiesen tenido que hacerla ellos mismos, si estuvieran gobernando, para cumplir con los objetivos de sostenibilidad que afectan a todas las ciudades. Sacan partido de la resistencia al cambio, fomentando el malestar en lugar de ofrecer ideas. Es la cara más desagradable de la política.

P.- El tiempo es un reloj que no entiende ni de política ni de formaciones políticas… ¿En cien años todo se arreglará con respecto a lo novedoso de la LAC?

R.- Espero que en ese plazo se encuentre el remedio para la movilidad en las ciudades que están asfixiadas por los humos y los ruidos de los motores, ganando terreno para las personas. Es posible avanzar hacia el objetivo de lograr un hábitat humano más amable, más social, a pesar del gran obstáculo que supone la mentalidad reinante en las últimas décadas, que antepone la comodidad de ir en coche a todos sitios al disfrute pacífico y saludable de nuestras calles y nuestros espacios públicos. Afortunadamente, se alzan muchas voces a favor de un cambio que asegure la vida de las siguientes generaciones en condiciones mejores que las actuales.

P.- Las personas importantes, ellas y ellos, no siempre son admiradas por el populacho… ¿Usted en la vida civil es abogada, funcionaria y estrella literaria?

R.-  Cada uno de nosotros somos todo lo que vamos atesorando a lo largo de la vida: conocimiento y experiencias. Resulta inseparable la vida personal y social de la vida profesional, si nos entregamos de lleno en cualquiera de sus ámbitos. Todo afecta y todo enriquece, incluso lo menos amable, influyendo en los siguientes pasos que  vamos dando. Lo ideal es aprovechar las oportunidades de crecimiento personal y, en mi caso, mejorar con lo aprendido en lo que llamamos “servicio público”, que ha sido siempre mi vocación.

P.- Los vehículos a motor son unas máquinas que las fabrica el Maligno… ¿Qué entiende usted por Movilidad y Tráfico en una ciudad que a veces es caótica como Granada?

R.- La movilidad es un concepto superior al del tráfico, que se refiere exclusivamente a la circulación de los vehículos a motor. Lamentablemente, llevamos muy poco tiempo usando el término y entendiendo lo que significa. Una ciudad como Granada no puede soportar la intensidad de vehículos que diariamente se adentran en ella y se mueven por sus calles. El conflicto que genera un excesivo tráfico, saturando el poco espacio disponible y perjudicando al medio ambiente, no tiene más solución que la de limitar sus accesos. Tenemos que potenciar la movilidad sostenible, es decir, el desplazamiento andando, en bicicleta o en transporte público. El automóvil debería usarse exclusivamente  para viajes interurbanos y quedarse aparcado en las puertas de las ciudades, cambiando a otros modos de desplazamiento en el interior del casco urbano.

P.- Las Policías Locales parece que son como los buenos de las novelas para niños que luchan contra los malos… ¿Una multa municipal es un castigo humano o divino?

R.- Una multa municipal es el precio que se debe pagar por un comportamiento poco responsable. Sería perfecta la sociedad que no necesitara de la función policial municipal, demostrando madurez social, ya que las infracciones administrativas que se cometen en la ciudad no son sino signos de individualismo egoísta en las relaciones de convivencia: aparcar el coche en un espacio reservado a personas con movilidad reducida o invadiendo el paso de los peatones, formar ruidos insoportables para quienes descansan, ensuciar los espacios públicos o deteriorar el patrimonio común…  Desde luego, yo sería feliz si los policías locales pasaran ociosos gran parte de su jornada, por no tener a quien multar.

P.- Escribiendo más sobre la Policía Local… ¿Suele usted ir al Baile Anual de la Policía Local de Granada, o no existe y se debería de instituir por parte del municipio granatensis?

R.-  Siempre voy a la jornada de convivencia que organizan para celebrar el día de su Patrón, aunque no tiene baile. Resulta muy agradable apreciar el disfrute de sus familias en un espacio lúdico, los niños jugando con los perros policías o los caballos, mientras todos degustamos una gran paella o, como este año, una gigantesca sartenada de papas a los pobre y carne en salsa. Quinientas personas, entre agentes de Policía Local y familiares, sonriendo y pasándolo bien. Este encuentro anual permite olvidar durante horas los inconvenientes del trabajo diario, estrecha lazos de amistad y de  compañerismo.

P.- A los nobles équidos que cuestan una pasta gansa o regalados no se les debe de mirar los incisivos… ¿El caballo del frontis de la Casa Bailía (el ayuntamiento granadino),está bajo sus órdenes directas o es competencia del señor Caracuel, don Eduardo, concejal delegado de Relaciones Institucionales y Patrimonio?

R.- En efecto, queda bajo la competencia de mi compañero Eduardo. Lo bueno es que el animal no pide ni de comer, ni siquiera quien lo monta. Los caballos que son de mi competencia están vivos y sobre su montura cabalgan personas con deberes ineludibles que cumplir en beneficio de la ciudad.

P.- El dinero debería de ser como los ajos… ¿La corrupción política se produce porque la ciudadanía española tiene poco sentido del humor?

R.- La corrupción política es uno de los mayores males de nuestro tiempo, en España y en el mundo entero. El daño que hace a los sistemas democráticos es enorme, por lo que no cabe la piedad para con los corruptos que utilizan posiciones privilegiadas para lucrarse. Aceptar cargos públicos es una libre elección que implica inexcusablemente la renuncia al enriquecimiento ilícito, más allá de lo que corresponde a cualquier ciudadano. Quienes incumplen esta máxima deberían ser desprovistos inmediatamente de sus competencias políticas, amén de la responsabilidad penal o civil que pudieran tener. No hacerlo, conlleva la frustración de los ciudadanos y el descrédito general de las instituciones que garantizan el desarrollo social.

P.- Una vida puede ser el espacio temporal en el que un semáforo se abre y se cierra… ¿A un semáforo en verde lo carga el Diablo y, por eso, los semáforos de Granada duran menos que un pastel de chocolate en la puerta de un colegio?

R.- Esa es una leyenda urbana, propiciada por los últimos ajustes realizados en la reordenación del tráfico. La verdad es que se han reducido los ciclos de muchos semáforos del centro de 120 a 90 segundos. El tiempo se reparte de forma que permita pasar cómodamente a las personas y a los vehículos, reduciendo la espera hasta el ciclo siguiente. Era una de las recomendaciones contenidas en el Plan de Seguridad Vial de Granada que debíamos poner en práctica, pues anteriormente, con los ciclos más largos, muchos peatones cruzaban indebidamente por no esperar tanto, poniendo en peligro su integridad física.

P.- Las ideologías políticas ya no son lo que eran… ¿Los zurdos, los zocatos, duran menos en los cargos políticos?

R.- Pienso que en la vida política se dura tanto como el tiempo y las autoridades lo permiten, con independencia de tener o no mano izquierda.

P.- Dicen que caminar hace camino y que ir en automóvil por una ciudad no es caminante… ¿Granada sería una ciudad más vivible y urbanita si todo el centro de la ciudad fuese peatonal?

R.- No tengo la menor duda de que así sería. Y también creo que se hará en algún momento del futuro. Cuando todos los granadinos, o la mayor parte de ellos, estén convencidos de que nos conviene volver a esos tiempos en que andábamos apaciblemente, sin ruidos, con el aire limpio, contemplando escaparates o charlando en torno a un café en cualquiera de las extraordinarias plazas del centro. Por nuestra salud y por nuestro bienestar.

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