Una operación que tambalea los cimientos de Torres
El alcalde de Granada vive sus momentos más "desagradables" en un Ayuntamiento al que hace 13 años llegó con mayoría absoluta · La supuesta trama urbanística, el pulso con su partido y la amenaza de moción de censura, los tres frentes que tendrá que resolver
José Torres Hurtado, durante su comparecencia ante los periodistas este miércoles. Foto: Álex Cámara
Mientras la ciudad comenzaba a funcionar en la mañana de este miércoles con algunas nubes, pocos eran capaces de augurar que Granada se iba a ubicar en el foco de todas las miradas a nivel nacional por una supuesta trama corrupta urbanística en el Ayuntamiento.
De hecho, no ha sido hasta las 08.21 horas cuando las primeras alertas han comenzado a lanzarse después de que el periodista de Onda Cero Granada Juan Manuel Fernández adelantase que la Policía iba a ejecutar en unas horas una orden judicial para reclamar toda la información relativa del Caso Serrallo. Para entonces, una amplia mayoría trabajadores del Ayuntamiento ya sabían que el de este 13 de abril no iba a ser un día normal.
La presencia policial fue notable en la vivienda del alcalde de Granada. Foto: Álex Cámara
Tal fue la sorpresa para los presuntos implicados en la causa que el propio alcalde de Granada, José Torres Hurtado, reconoció que poco antes de las 8.00 horas vivió uno de los momentos más "desagradables" como regidor municipal, al personarse en su casa más de una quincena de agentes de la Policía para proceder al registro de su vivienda.
Entonces la presencia policial también se había personado ya no solo en la vivienda del alcalde, sino también de la secretaria general del Ayuntamiento, de la concejal de Urbanismo, funcionarios y hasta algunas sedes empresariales. En total fueron una quincena las detenciones que practicó la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), que además sitió literalmente la sede de la Gerencia de Urbanismo y el Ayuntamiento de Granada.
Poco a poco a la fuerte presencia de agentes se fue uniendo una nube de cámaras, fotógrafos y periodistas que comenzaron a tomar posiciones en los distintos puntos donde estaba la noticia, el más llamativo el de la vivienda del alcalde de Granada en Obispo Hurtado, en donde el cordón policial fue cada vez más encaminado a evitar el 'paseíllo del telediario' que para entonces ya era insalvable hacia el regidor granadino.
Por más que los miembros de seguridad y la Policía intentaron evitar la imagen del alcalde 'acompañado' por agentes, la foto la pudieron hacer, y eso que para la pretensión inicial se empleó un abrigo abierto a modo de lona y hasta cartones. Después de casi una hora de registro y seis como detenido, Torres Hurtado pudo abandonar la Jefatura Superior de Policía.
Los periodistas, en las inmediaciones del Ayuntamiento de Granada. Foto: Álex Cámara
Casi todo, salvo la muerte de Manolete
El Juzgado de Instrucción 2 de Granada, el mismo que investiga el Caso Serrallo, es el mismo que desarrolla ahora esta investigación en esta supuesta trama por la que se incluyen hasta diez delitos: cohecho, fraude en la contratación, asociación ilícita, prevaricación, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos, estafa, falsedad en documento mercantil, administración desleal y contra la ordenación del territorio.
Pese a ello, el regidor municipal afirmó en rueda de prensa por la tarde que desconocía el motivo por el que le imputaban de todos ellos. Su comparecencia se produjo pese a que en el entorno del alcalde los hubo contrarios a hablar ante los periodistas el mismo día en que fue detenido.
Probablemente en la convocatoria con más expectación y multitudinaria que haya tenido en sus trece años de mandato, Torres Hurtado se mostró sereno y seguro de su inocencia, pese a que 30 minutos después su partido convocaba de urgencia otra rueda de prensa en Sevilla para pedir su dimisión.
El alcalde de Granada, a su llegada al Ayuntamiento ya por la tarde. Foto: Álex Cámara
Este hecho es uno de los tres frentes que deberá resolver ahora el alcalde de Granada, que ha gozado de tres mayorías absolutas y que vive sus momentos más bajos en la Plaza del Carmen, al menos los más "desagradables". Al pulso con el partido con el que ya se ha 'cruzado' cada vez que lo ha considerado oportuno hay que añadir la situación judicial que debe resolver.
Además, la oposición ha hecho una declaración de intenciones a modo de moción de censura que habrá que ver si finalmente se materializa.
Hace casi dos años la salud le hizo replantearse si debía seguir o no al frente de la Alcaldía granadina. Después, en mayo de hace un año, fueron los ciudadanos los que le retiraron la mayoría absoluta a raíz de la que ha vivido su gestión más convulsa. Ahora, en el tercer aviso, es una supuesta trama urbanística la que llena de interrogantes su futuro.
El alcalde de Granada dijo en su comparecencia horas después de su detención que menos matar a Manolete había hecho de todo. Aun siendo una ironía, habrá que ver si como en los toros, al tercer aviso, no termina por culminar su faena como regidor.
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