Granada del revés
Cuando presenciamos situaciones del todo insólitas solemos decir que es como el mundo al revés, lo que es para unas personas como querer un deseo y, para otras, un temor a que las cosas cambien. Para algunos ilustra unas veces el deseo y otras el miedo a que se cambie a modo de como se vuelve un calcetín, lo que se representa como que viene el lobo. Así las cosas, podemos afirmar que el mundo al revés es un disparate, una locura, un devaneo poblado de aberraciones crueles que maniobran de forma incomprensible y onírico.
Pues bien, puesto esto en relación con la parte mala de la política que se practica en Granada, llegamos a una primera conclusión casi automática, y es que la palabra de algunos políticos ha perdido todo su valor. A cambio están jugando a bota, bota la pelota, para asegurar sus propios y personales intereses pues no ven en la política más que una profesión, eso sí, para toda la vida (a este lobo parece que no se teme). Mientras, en nuestra ciudad la gente, en su mayoría, reclama y propone a esas, por ahora, autoridades locales, medidas para que Granada empiece a ver la luz al final del túnel. Sin embargo, lo principal para los que hablamos está en quien va a ocupar el asiento regidor del Ayuntamiento y como se van a repartir la tarta.
Ahora resulta que, según un testigo de excepción, a la sazón, portavoz “naranja” dice que sí, que había un pacto de turnicidad bianual para ser Alcalde, confirmando así lo que se ha desmentido en los dos últimos años, incluido garganta profunda que, por lo que dice, estuvo presente en el pacto de vergüenza hecho en el eje político Madrid – Sevilla que arrebató a Granada, a modo de juego de tronos, el legítimo derecho a elegir a su propio Alcalde sin injerencia externa. En síntesis, se ha mentido descaradamente a la ciudad, aún la buena enseñanza paterno-materna recibida. Está ahora por ver el precio, habida cuanta que está abierto el mercado de compra de voluntades y transfuguismo.
En la Granada del revés, es abrumadora la mala praxis de los gobiernos locales que venimos padeciendo, pues mientras aumenta la pobreza en nuestra ciudad, en la que sus barrios cunden y se ahonda la percepción de abandono, la deuda financiera municipal se enquista y los pagos a los pequeños proveedores se eternizan, a la vez que funcionarios del Ayuntamiento (me refiero a esos malos políticos) solo les preocupa su exclusiva subsistencia en batalla personal para permanecer en el cargo. Si esto no es esconder a un oso en una nuez, pues estaría bien que lo explicaran, pues no se entiende que por un lado se esté por decir la verdad, luego no decirla, ser desleal a su propia organización para seguidamente afirmar que eso no distrae el trabajo, que se está a partir un piñón en el equipo de gobierno, y que se están dejando la piel para sacar proyectos adelante, sin decir cuales, dejando escapar con negligencia otros planes relacionados con la formación y el empleo financiados por la Unión Europea. En definitiva, asistimos a un vivo ejemplo de lo que es un oso en la nuez, que no deja de ser una suerte de populismo disfrazado de eficacia en la gestión. Nada más lejos.
En la Granada del revés no se habla de las soluciones que se necesitan para problemas que están instalados en la ciudad como quistes. Se juega con el dinero público para favorecer la privatización de servicios públicos municipales que le están costando muy caros a la ciudadanía que no recibe en proporción a lo que paga. Del revés se está cuando la mentira preside la política y no se crean las personas lectoras, es todo un arte que oculta justamente lo contrario de lo que se dice, de lo que es, y no hay espacio en este digno periódico granadino en el que escribo para señalar tan tamañas contradicciones de los que viven de la Granada al revés, por eso, no hay mejor final para acabar estas palabras que citar, otra vez, a Antonio Gramsci: “El viejo mundo muere, el nuevo tarda en aparecer, y en este claroscuro, surgen los monstruos”. Pues eso, coloquen ustedes los títulos a los monstruos que ya se ven venir.
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