¿Qué quiere Ciudadanos? Construir país juntos
Vivimos tiempos de cambio en la política española donde el sistema hasta hace muy poco era fácilmente predecible. O eras de izquierdas o eras de derechas. A priori todo mucho más fácil de comprender. Si dos personas estaban en desacuerdo y después se sabía que uno era de derechas y el otro de izquierdas lo asumíamos como algo normal. Un desencuentro ideológico sin más. Pero el problema venía cuando había temas que eran transversales y cada uno lo interpretaba exclusivamente desde su óptica subjetiva, negando al otro la capacidad de poder aportar ideas complementarias e incluso mejores que las de uno mismo. Pero desgraciadamente así el sentido común perdía todo sentido.
Existe un consenso generalizado en las sociedades civilizadas sobre catalogar de extremistas a aquellas personas que se sitúan en un extremo para combatir de manera feroz a los que no están en su visión del mundo. A quienes no comparten su misión. No importándoles en ocasiones los medios con tal de salir vencedores en su particular pulso.
Por el contrario, cuando queremos resaltar el equilibrio personal y emocional del ser humano, solemos decir que éste está centrado. Y si tiramos del rico refranero español nos encontramos con el dicho “en el centro está virtud” para destacar aquello que representa una mayor sensatez y aplica mejor el sentido común.
En España debiéramos haber aprendido de lo que sucedió en nuestra guerra entre compatriotas, entre hermanos, y darnos cuenta que seguir dividiéndonos en rojos y azules sin cerrar definitivamente las heridas supone una involución de nuestra propia evolución como país.
En la política española ese rol asociado a los colores rojo y azul lo han representado habitualmente el PSOE e IU –rojos- y el PP –azules. Cada bloque ocupando una de las dos orillas, sólo conectadas por pequeños puentes de entendimiento a modo de frontera sobre el respeto a la Constitución y los poderes del Estado. Sin ponerse de acuerdo para combatir conjuntamente la corrupción, o para hacer la política más permeable a la participación de la ciudadanía. Recuérdese el famoso “y tú más” que también mostraba el hartazgo social y la incapacidad política de esos partidos para cambiar.
Y es entonces cuando surgen dos nuevos partidos, en lo que se ha denominado como la “nueva política”. Dos formaciones que surgen como respuesta al hartazgo social y a la necesidad de cambio. Pero mientras una, Podemos, concibe su proyecto desde el odio a los demás y se ha dedicado durante todo este tiempo a intentar romper esos mínimos puentes de entendimiento entre la izquierda y la derecha, otra formación, Ciudadanos, irrumpe con la vocación de no reeditar los errores que atenazan y encorsetan a los dos viejos partidos de siempre, y busca dejar atrás el enfrentamiento entre rojos y azules y ponernos todos a construir país juntos.
¿El precio a pagar? Que el PP te diga que eres de izquierdas y el PSOE que eres de derechas. Y que ambos intenten sacarte de la zona centrada que anhelan buscar solo cuando les hacen falta más votos.
España no puede permitirse más tiempo de divisiones y enfrentamientos, por lo que los partidos que defendamos la Constitución que nos ampara a todos y que define nuestra estructura territorial, debemos ponernos de acuerdo, sólo frente a quienes quieren dividirnos, para +solucionar los problemas que afectan a nuestra sociedad. Es necesario que hagamos compatible una economía social y de mercado con un estado de bienestar que nos de la garantía de que vivimos en un país desarrollado. Aspirar a recuperar la gran clase media, a dignificar los salarios y el empleo, a garantizar un modelo educativo fruto del consenso y una sanidad y políticas sociales adecuadas. Son un reto tan difícil como apasionante que podremos conseguir si acometemos sin miedo las reformas necesarias.
Es tiempo de abandonar estrategias de partidos, de humildad, generosidad y consenso. Es tiempo de construir país juntos.
Luis Salvador
Diputado por Granada en el Congreso de los Diputados
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