Cierre total contra el egoísmo
La Guardia Civil se despliega en los cuatro puntos cardinales de las salidas de Granada para evitar el éxodo a las segundas residencias aprovechando el Puente de Semana Santa
Después del primer fin de semana en el que se decretó el estado de alarma por el coronavirus, la Guardia Civil tuvo que instalar controles para evitar el éxodo masivo a las segundas residencias que muchos granadinos tienen en la Costa u otros puntos de la provincia. Aunque la cifra de vehículos ha ido disminuyendo poco a poco, aún los hay que tiran de egoísmo antes que de sentido común.
Los agentes de la sección de Tráfico del Instituto Armado han intentado en las últimas horas cerrar Granada por sus cuatro puntos cardinales en las dos autovías que sirven como acceso y salida, con la intención de frenar el éxodo hacia la casa de playa, el cortijo o la casa rural de turno. La excusa no puede ser otra que no pensar en los demás.
Cerca de medio millar de vehículos fueron detenidos este miércoles en alguno de los cuatro controles que los agentes instalaron en la A92, a la altura de Diezma y Santa Fe, por un lado; y de El Chaparral y Otura, por otro en la A44.
En este lugar dejan pasar solamente a los camiones de gran tonelaje y almacenaje, esenciales durante estas tres semanas de confinamiento para abastecer de productos necesarios y que todos lleguen a los domicilios. El resto, todos detenidos para responder al 'cuestionario'.
Saber hacia dónde o desde dónde vienen las personas que circulan por carretera es una de las tareas que tienen encomendadas los agentes, que repetirán los controles durante todos estos días para evitar la pericia del que no contento con poner en riesgo su salud también lo hace con la de los demás, empezando por los propios guardias civiles.
Con el apoyo de señalización de carreteras, los agentes despliegan todos sus vehículos en la autovía para ir deteniendo uno por uno, con la finalidad de preguntar hacia dónde se dirigen y qué motivos les hacen estar en la carretera con el coche.
Muchos tienen argumentario suficiente, como el hecho de venir o ir a trabajar en alguno de los servicios esenciales, algo que deben demostrar con un documento; otros sin embargo solo lo hacen por puro capricho de querer saltarse la cuarentena sobre no se sabe bien qué argumento creíble.
Entonces es cuando llega la denominada 'receta', la multa que al agente no le queda otra que poner y que hace que lo que iba a ser un fin de semana esquivando las extraordinarias medidas por el coronavirus salga más caro de la cuenta. Entonces, solo así, probablemente el egoísmo el próximo día también haga cuarentena.
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