Cuenca se volcará en el Día de la Cruz como reclamo turístico "como hacen otras ciudades"
El candidato del PSOE solicitará la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad las cruces de Granada, como ha hecho Córdoba
Cuenca ha visita las cruces junto a su candidatura. Foto: aG
El candidato a la Alcaldía de Granada, Francisco Cuenca, quiere recuperar para Granada el espíritu de la tradicional fiesta de la Cruz de Mayo en Granada que el PP ha ido descafeinando en la última década “amparándose en la excusa del Botellón”. Para Cuenca, “es una pena que. una fiesta tan granaína como las cruces, hayan perdido el esplendor de años atrás, años en los que los barrios y el centro celebraban con orden y concierto, y sin necesidad de prohibiciones este día tan especial para la ciudad”.
El socialista adelantó que, si es alcalde, baraja la posibilidad de autorizar barras en puntos estratégicos y justificados, y avanzó su intención de “solicitar la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, como ha hecho Córdoba con sus Patios”.
Cuenca considera la festividad de la Cruz una oportunidad de oro para atraer turismo que no pueden dejar escapar. "Mi intención es volver a ilusionar a los granadinos y a los turistas con la festividad de la cruz”. Para el candidato del PSOE, “hay cruces históricas que nunca deberían haber perdido las barras que lo acompañaban, como ejemplo, se refirió a la Plaza Larga en el Albaicín, donde además de refrigerios para los bailes, los asistentes puedan comer y reponer fuerzas, una situación que ahora, en la mayoría de las cruces no se produce”.
El candidato del PSOE también se refirió al concurso de cruces que organiza el Ayuntamiento y apostó por un jurado externo y no político para decidir los premios, “lo que arrojará más objetividad y diversidad a la fiesta”.
Cuenca y su candidatura han recorrido durante toda la jornada numerosas cruces de la capital, sin olvidar la de los barrios más populares. Así, insistió en su apuesta por recuperar esta tradición, “abandonando la idea de botellón y apostando por las cruces que viví de niño, sobre todo las mi colegio en Santa Micaela, donde el baile y la diversión tapaban con creces el sinónimo de que la cruz es sinónimo de alcohol”.
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