miércoles 8 mayo
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El Granada CF reedita sus años de bochorno con la eliminación copera en los despachos

El descenso administrativo a Tercera a comienzos de siglo o la Operación Líbero, otras de las situaciones que marcaron para siempre la gestión de la entidad

La presidenta del club y el director general de la entidad, en una imagen de archivo. Foto: Älex Cámara

El granadinista de ahora, el de antes y el que está por venir sabe que el Granada CF es de todo menos una balsa de aceite. Con mayor o menor intensidad, los 93 años del club han estado marcados por circunstancias a veces bochornosas. Sin lugar a dudas, la eliminación histórica en la Copa del Rey por alineación indebida entra en el top de situaciones que quedarán grabadas a fuego en la memoria colectiva como una de las más vergonzosas en la gestión de la entidad.

Con un mar de dudas y preguntas por resolver sobre lo acontecido, sobre todo por las informaciones que apuntan a que hubo periodistas e incluso el propio árbitro que avisaron al club antes de comenzar el partido ante el Arosa, la profesionalidad de un club que acumula los últimos 13 años en la élite del fútbol español ha brillado por su ausencia.

El Granada CF quiso aferrarse a la nueva ley del deporte para evitar lo que parecía un secreto a voces ya desde la misma noche del jueves. Más allá de que el recurso podía haber sido positivo, eso no evitaba el sonrojo generado sobre la alineación de Adri López habiendo alternativas en la convocatoria para evitarlo.

La expulsión copera, salvo que algún recurso ante Apelación pueda evitarlo, sonroja al granadinismo y reedita años de bochorno institucional y de una gestión reprobable al frente de la entidad, que quedará para siempre marcada por el error que demuestra que las cosas pueden hacerse bastante mejor.

Ocurrió esto en la historia reciente del Granada CF en otras situaciones, como en verano de 2001. Entonces Francisco Jimena era el presidente del club y José María Medina Jorges planteó una moción de censura para intentar derrocarlo en su más que discutible gestión. En el trasfondo de todo estaba la situación crítica en lo económico que tenía la entidad.

Jimena aseguró en aquella asamblea celebrada en el Hotel San Antón que tenía un dinero que nunca aportó para evitar el descenso administrativo a Tercera División, en uno de los capítulos más negros que ha registrado el club en toda su trayectoria.

Esa caída a la entonces cuarta categoría del fútbol nacional abrió los años más duros para el granadinismo desde su fundación, que arropado por apenas un millar de filipinos evitó la desaparición mientras deambulaba por los campos de Tercera División de su propia provincia, donde era el 'enemigo' a batir; y de las de Jaén, Almería y Málaga.

Varios presidentes y gestoras

Esos años de inestabilidad institucional, con varias gestoras, también estuvieron marcados por presidentes como Pedro Ruiz, Gregorio Muñoz 'Gori', Manuel Benito o Francisco Sanz, quien pese a llegar con la aclamación popular por bandera también acabó por ser un personaje reprobado por el granadinismo.

La adquisición del club por parte de Gino Pozzo no evitó tampoco los escándalos institucionales de la entidad, que pasó a ser Sociedad Anónima Deportiva y con Quique Pina como presidente consiguió regresar a la élite después de décadas y, no sin sufrimiento, la salvación para no caer a Segunda División.

No obstante este periodo siempre quedará marcado por la Operación Líbero, que investigó el presunto blanqueo de capitales realizado a partir de la compraventa de jugadores, que puso a Pina en el ojo del huracán como supuesto cabecilla de esta presunta red que podría haber defraudado importantes cantidades de dinero a Hacienda.

Después de que el Juzgado de Instrucción 5 de la Audiencia Nacional dictara el sobreseimiento de la causa, el Granada CF sí está a la espera de conocer si debe responder subsidiariamente por lo acontecido, dado que la sociedad permanece implicada por la presunta comisión de los delitos contra la hacienda pública y blanqueo de capitales.

En 2016 llegó la propiedad china al club, en un mandato durante siete años que ha estado marcado por la inestabilidad deportiva y también institucional, con una docena de entrenadores, ocho directores deportivos y cuatro directores generales, dos descensos de categoría y romper con el mejor momento deportivo en la historia del club sin motivo aparente mientras el Granada CF presumía por Europa de equipo.

La eliminación de la Copa del Rey del Granada CF ahonda en las dudas que genera la gestión asiática del club, por falta de transparencia, estabilidad, implicación en la ciudad y decisiones tomadas en el seno de la entidad, ahora con Alfredo García Amado como director general.

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