La luz de los alumnos de la ONCE durante el confinamiento
Los profesionales del equipo de Atención Educativa han puesto en marcha las videollamadas y transcripciones de las fotografías de los ejercicios como apoyo escolar durante el estado de alarma
Los profesionales del equipo de Atención Educativa de la ONCE en Granada han puesto en marcha una serie de iniciativas para reforzar la actividad académica de los alumnos ciegos y con discapacidad visual grave de la provincia y contribuir así a llevar mejor los días de confinamiento en casa. Se trata de utilizar con más frecuencia las videollamadas y transcripciones a braille de las fotografías de los ejercicios escolares.
Desde sus domicilios, los maestros de la ONCE han iniciado clases con atenciones individuales y reuniones con los profesores de los colegios, para ampliar o mejorar las actividades del alumnado ciego. “Las videollamadas son de una gran utilidad en estos momentos de confinamiento. De esta forma se sienten un poco más cerca de sus alumnos, profesores y familias”, ha explicado la responsable de Servicios Sociales de la ONCE en Granada, Margarita Martos.
Estos maestros de la ONCE, a través de contactos periódicos con alumnado y familias, han propuesto una serie de ideas, materiales, actividades, cuentos o películas infantiles que les ayuden a pasar este periodo de la forma más entretenida.
Iluminar con braille
Un ejemplo de esta implicación es el caso de Lucía González, maestra de la ONCE en Granada, y que ha diseñado un sistema casero para suplir su presencia física en las clases de apoyo de su alumna Jazmín Irani Machuca, 12 años. Se trata de transcripciones a braille de las fotografías de los ejercicios que realiza en casa, una práctica habitual con los alumnos ciegos totales en circunstancias excepcionales.
“Si esta época de confinamiento ha convertido a muchos padres en maestros improvisados, a los padres de nuestros alumnos ciegos o deficientes visuales se les ha pedido un esfuerzo extra, que sean maestros de apoyo en casa”, ha explicado González desde su domicilio.
A su juicio, padres y alumnos han tenido que enfrentarse “de la noche a la mañana” con adaptaciones de tareas escolares para las que en muchas ocasiones no estaban preparados.
En este sentido, los profesionales educativos de la ONCE han contactado con los profesores de sus alumnos en los centros granadinos para filtrar y quitar contenidos que resultan muy visuales proponiéndoles otras alternativas más adecuadas para sus necesidades.
“Al terminar los deberes del día, los padres hacen una foto de cada hoja que el niño escribe en braille y me la mandan por Whatsapp. Lo transcribimos, que es lo que llamamos iluminar, y les enviamos una foto de esa transcripción", ha explicado.
Así, los padres pueden enviar a los profesores los trabajos, como hace el resto del aula, y pueden evaluarlos como a cualquier otro alumno.
