Las claves de la Cumbre de Granada: de la petición de amparo de Zelenski al tenso debate por la inmigración
La falta de consenso por la crisis migratoria y la ausencia de concreción de los Veintisiete con los países que quieren formar parte enfría los dos cónclaves
Cuando se consulten las noticias y las declaraciones dentro de unos años sobre la Cumbre de Granada habrá un sentimiento que probablemente tengan la amplia mayoría de participantes en la cita, que ha quedado descafeinada ante la ausencia de un acuerdo contundente bien sobre la ampliación o sobre las políticas migratorias.
La ciudad ha vivido para sí una cita histórica, pero no para el viejo continente, que ya con la ausencia del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan; y el de Azerbaiyán, İlham Əliyev; redujo la expectación a pocas horas de los cónclaves de que, por ejemplo, se pudiera firmar la paz con Armenia en el conflicto armado que mantienen ambos países.
Ucrania y la invasión rusa
Pero la Cumbre de Granada sí contó con Volodímir Zelenski, el presidente ucraniano que apareció casi por sorpresa para reclamar el amparo de Europa ante la situación que atraviesa su país, exigiendo el rearme para hacer frente a los ataques rusos porque de lo contrario, dijo, llegará otro mayor en 2028 y más allá de las fronteras de Ucrania.
Pedro Sánchez, presidente en funciones y anfitrión español a la cita, dejó claro el respaldo a Ucrania ante la invasión rusa, al tiempo que aseguró al mandatario ucraniano que "España seguirá apoyando las capacidades ucranianas para defender sus ciudades, infraestructuras energéticas y puertos". En este sentido, el presidente del Gobierno le ofreció "nuevos sistemas antiaéreos y antidrones" así como la formación especializada en los mismos a militares ucranianos, además de nuevos equipos desminado.
"Un miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha lanzado un ataque contra un vecino pacífico, y ¡esa agresión dura ya 588 días! Es nuestra obligación ayudar a Ucrania a prevalecer sobre el 'derecho de la fuerza'", ha dicho Von der Leyen en su discurso durante la sesión plenaria de la cumbre que reúne a cerca de medio centenar de líderes en Granada.
Kosovo pide ser reconocido por España
Otro de los momentos que dejó el primer día de la Cumbre de Granada fue la reivindicación de Kosovo, a través de su presidenta, Vjosa Osmani Sadriu, para defender que la independencia de la antigua provincia serbia es "una realidad irreversible" y por ello animó a España a que la reconozca, habida cuenta del interés español por la prosperidad y la estabilidad de los Balcanes Occidentales.
En rueda de prensa durante la cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE) en Granada, Osmani indicó que tuvo ocasión de hablar brevemente con el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, aunque no fue para hablar expresamente de ese reconocimiento sino para informarle de la situación en el norte de Kosovo tras el ataque perpetrado por un grupo armado del que ha responsabilizado directamente a Belgrado.
"Kosovo es independiente y esa es una realidad irreversible", ha reivindicado la presidenta kosovar, para quien el reconocimiento por parte de España así como de los otros cuatro países de la UE que aún no la han reconocido -Eslovaquia, Grecia, Chipre y Rumanía- allanaría el camino para que su país pudiera entrar tanto en el bloque como en la OTAN.
El conflicto migratorio
Pero si ha habido una disconformidad en el encuentro de los líderes europeos en Granada esa la ha aportado la disconformidad respecto a las políticas migratorias, que centraron el debate tanto el jueves, pero sobre todo el viernes.
Los primeros ministros de Italia, Giorgia Meloni, y Reino Unido, Rishi Sunak, encabezaron una reunión organizada por sorpresa para aliarse y forzar una nueva alianza para controlar la migración, un mensaje al que se adherieron también Francia, Países Bajos, Albania e incluso la propia presidenta de la Comisión Europea.
Sin embargo, el principio de acuerdo sobre esta materia se torció bastante a primera hora del viernes, cuando el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, afirmó que el pacto migratorio que ahora mismo negocia la Unión Europea implica "violar" con leyes y políticas a países que como Hungría y Polonia no están conformes. Tanto fue así que su veto impidió la unanimidad para que esta cuestión entrara en la denominada Declaración de Granada.
Una ampliación sin definir
Tampoco fueron mejores las sensaciones que dejó el texto saliente de la Cumbre de Granada sobre la cuestión de la ampliación de Europa más de 30 países, aunque sin precisar si se hará con 2030 como fecha marcada.
Así, Sánchez ha vuelto a reiterar el apoyo de España a la ampliación. "Cómo nos vamos a oponer a que otros países que están llamando a la puerta puedan itegrarse en la UE" como lo hizo en su momento España, ha afirmado.
No obstante, ha subrayado que antes de que eso ocurra va a haber que responder a "preguntas complejas y difíciles que van a exigir voluntad política" como las relativas a la toma de decisiones en la UE o el reparto de los fondos.
La agenda estratégica para el próximo semestre
Lo que sí han acordado los Veintisiete es definir las bases de la agenda estratégica para definirla en el próximo semestre, con la finalidad de que se mantengan las bases del proyecto europeo de "garantizar la paz, la estabilidad y la prosperidad".
El texto señala el modo en que el bloque ha querido "asumir una mayor responsabilidad" en el refuerzo de la propia seguridad y defensa de la UE y en el apoyo a Ucrania, país al que seguirán respaldando "el tiempo que sea necesario" frente a Rusia.
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