Solemnidad majestuosa
El sexto día en la Semana Santa de Granada deja de nuevo calles multitudinarias y pone de manifiesto el problema con los horarios de algunas jornadas
La solemnidad del Viernes Santo de Granada también atrae a fieles y visitantes. Una jornada más las calles se abarrotaron para presenciar el sexto día de la Semana Santa de Granada, el que cuenta con seis cofradías en las calles y arranca desde bien pronto en el campo del príncipe, si bien se volvió a poner de manifiesto la 'vuelta' que hay que darle a los horarios.
Hasta 33 minutos según la Federación de Hermandades y Cofradías se llegaron a acumular en la Puerta del Perdón al paso de las hermandades, que por un momento quedaron completamente taponadas entre sí al tener que emplear cuatro de ellas el eje Gran Vía, San Matías y Carrera Oficial, de modo que hasta que no fueron pasando por Catedral no se pudo ir abriendo el espacio para que avanzaran los cortejos, un día más de nuevo al alza.
Esto no lo sufrió la primera hermandad del día en salir a la calle, la de la Cañilla, cuya Soledad de Nuestra Señora presidió el acto del rezo a las tres de la tarde en el Campo del Príncipe, en el que el calor no fue un aliado, pero tampoco un impedimento para que miles de personas se dieran cita en este enclave cofrade de cada Viernes Santo de Granada.
Ante el Cristo de los Favores, por primera vez desde que llegó y tomó posesión, dirigió sus primeras palabras en este acto el arzobispo José María Gil Tamayo, quien reconoció sentirse abrumado por todo lo que está viendo estos días.
Después llegó el turno de Israel García, el integrante de la Agrupación Musical del Dulce Nombre que este año fue el encargado de romper el silencio en el Campo del Príncipe, después de 12 años en la agrupación y desde hace 19 en la hermandad. "Es una responsabilidad muy grande, pero es un acto muy emotivo y muy bonito", reconoció el protagonista del acto, quien admitió que todo salió según quería. La trompeta sonó con determinación y sin dudas.
Estaciones de penitencia
Las otras cinco hermandades son las encargadas de realizar estación de penitencia por las calles de Granada hasta la Catedral, siendo la de los Escolapios la primera en llegar a Ganivet a pedir venia. La cofradía se puso en la calle con un sol de justicia y una multitud que esperaba en el Puente Romano para disfrutar de una de las estampas más singulares de la pasión granadina.
Volvió a sonar la Banda de Cornetas y Tambores del Cristo de la Expiración, cuyo titular además volvió a lucir el tradicional calvario de clavel rojo, quizás lo clásico que nunca falla como acierto para la decoración de una imagen de estas características. La cofradía acumuló una hora de retraso en su regreso.
Un manto para Amor y Trabajo
En otro extremo de la ciudad, el Barrio de Los Pajaritos se reencontró con la Hermandad de los Ferroviarios, que sigue demostrando los cambios para bien que se están introduciendo en los últimos meses desde la pasión del año pasado y se tradujo en un incremento del número de hermanos en fila, la tónica generalizada de esta Semana Santa 2023.
Para contemplar lo más significativo de esta cofradía hubo que esperar al paso de palio de la Virgen del Amor y del Trabajo y comprobar cómo ha quedado el manto en el que Jesús Arco y camareras de la hermandad han bordado 200 broches de orfebrería con forma de estrellas.
Acierto en los sones
Desde la Iglesia de San Cecilio se puso en la calle el paso del Cristo de los Favores, que por su advocación más admiraciones suscita en la tarde del Viernes Santo cerca del mismo enclave donde se conmemora la muerte de Cristo. La cofradía volvió a poner en la calle un amplio cortejo de nazarenos y camareras.
Estas precedían al paso de palio de la Virgen de la Misericordia, al que seguía después de muchos años una nueva banda, en este caso la Esperanza de Córdoba, después de los cambios introducidos por la hermandad para dar otro aire en los sones que suenan tras el palio de la 'Greñúa'. A simple vista, el cambio ha sido para mejor.
Respeto a la oficial
En tiempos en los que hay varios debates por abrir, la considerada hermandad oficial de la Semana Santa de Granada no está exenta de que se abra la 'discusión' de qué cambios se pueden introducir en el Santo Sepulcro para mejorar en su discurrir por las calles y ganar notoriedad.
La cofradía llegó a las calles de Granada pasadas las 8 de la tarde, con un cortejo en el que en esta ocasión apenas llegaban a la decena las hermandades que acompañaban a la cofradía, lo que demuestra que siguen siendo insuficientes. Lo que no faltaba, quizás por la cercanía de unas elecciones, es la representación institucional, por un lado del Ayuntamiento con el alcalde, Francisco Cuenca, a la cabeza y por otro de la nueva consejera de Fomento, Rocío Díaz, a los que hay que sumar concejales, la amplia mayoría de los delegados del Gobierno o diputados autonómicos, entre ellos Marifrán Carazo.
La buena noticia es que la hermandad no se quedó desangelada en su regreso y las autoridades, que también deben ir tomando nota de lo que se puede mejorar, la acompañaron hasta la Iglesia de San Gil y Santa Ana.
Y la chía tocó
Pero si hay un día especial para los niños en la Semana Santa, entendiendo lo que suponen los ocho días de la pasión, ese es el Viernes Santo por la presencia de las chías, que este año estaban menos rígidas en la petición de los pequeños para que tocaran sus fanfarrias.
Tras ellas, el Descendimiento y la Soledad de San Jerónimo, que solo cinco meses se reencontró con Granada tras el reconocimiento canónico de su coronación. Queda camino por recorrer en una hermandad que trabaja día a día para dotarse de las herramientas necesarias que fomenten su transformación en lo que la sociedad cofrade reclama actualmente.
