miércoles 15 mayo
Opinión  |   |

La crisis va a ser un éxito

Estas son las cosas que no se entienden del PSOE de Granada, que prefiera pactar con la derecha, en vez de con su socio de Gobierno. Granada tiene un déficit de personas políticas solventes. Está regida, desde hace décadas por la mediocridad, cuando no por la corrupción política que tiene encausado al anterior grupo municipal del partido popular y al portavoz municipal del partido socialista de Granada.

Resulta que el grupo municipal de Podemos – Izquierda Unida – Independientes hace un llamamiento a todos los partidos de Granada para caminar juntos en la reconstrucción de Granada. Hay un pleno municipal que convalida la propuesta. De pronto, como si de un ataque de celos fuera, el partido socialista propone 22 medidas para salvar Granada, de las que nunca se supo durante los años recientes en los que eran el gobierno local. ¡A las pocos días, zas! Una foto, ha nacido un pacto, al albur de los de siempre, que acuerdan un borrador de presupuestos municipales, el mismo de antes de la crisis sanitaria y que se reactiva bajo la excusa de salvar servicios públicos básicos (no dicen de qué manera) y, más adelante, cuando se aprueben las cuentas municipales ya se irán viendo las medidas propuestas por el partido socialista. En román paladín y al más puro estilo granaíno: “esto es como el que tiene un tío en Graná, ni tiene tío, ni tiene ná”. De momento de las partidas presupuestarias solo se saben ciertas las que van a seguir pagando los privilegios de las partes contratantes, entre otros, coches oficiales, enchufados y buenos sueldos. Que se paguen a proveedores en un tiempo razonable, o que los servicios sociales tengan mas y mejores medios para atender al 35% de la población granadina en riesgo de exclusión social, de eso, ná de ná.

Podemos decir, sin riesgo a equivocarnos, que esos “presupuestos municipales” no sirven para nada, esto se verá en unos cuantos meses cuando, una vez aprobados definitivamente (noviembre más o menos), se compruebe que de las 22 propuestas no queda ni la carcasa, pero eso sí, habremos sufrido las consecuencias brutales de unos presupuestos que abandonan a las personas. A ver que dice entonces el portavoz del partido socialista, de momento reconoce que “los acuerdos forzados por los socialistas establecen una bajada de los impuestos…para estimular la economía y el empleo”. Pero hombre de dios, eso, ¿como se hace? La respuesta se la da él mismo: “nos han dado su palabra…”.

Granada necesita un plan de contingencia que la saque de la unidad de cuidados intensivos en la que nos ingresó la gestión reciente de los gobiernos a la alimón que protagonizaron populares y socialistas y que conllevó un aumento del déficit de 16 millones de euros, a ver donde acabamos ahora.

Si lo que se quiere es llegar a un acuerdo, un pacto de mesa camilla no es el modelo que seguir y menos pedir al que ha sido excluido expresamente que se sume sin ninguna contraprestación (lentejas). Eso, además, es un despropósito (otro) para la ciudad, pues cuando se apruebe el presupuesto, si es que se aprueba allá por el mes de noviembre, ya se habrá acabado cuando ni siquiera ha empezado, pero algunos sí se habrán beneficiado.

Ese pacto Granada nace sin respaldo real, solo representa a una parte de los grupos municipales. No está la sociedad civil granadina (sindicatos, pequeño comercio y hostelería, autónomos, colectivos sociales representativos…), y sonora, por silenciosa, ha sido la plantada del pequeño comercio que no asistió a la foto a la que fueron invitados. Sí, están los de siempre, para los que la crisis va a ser un éxito.

El plan de contingencia al que antes he hecho alusión requiere una implicación directa del Ayuntamiento y no esperar a que la ayuda venga desde afuera y luego, si no viene, o viene escasa, a quejarse, que en eso sí son unos expertos los del pacto de la vergüenza. El plan es sencillo, solo requiere decisión política en la buena dirección, tal como, reforzar los servicios sociales municipales para atender al aumento de la pobreza que va a provocar el COVID19, esto tendrá especial incidencia a favor del consumo necesario; revertir y/o municipalizar servicios públicos esenciales lo que traerá como consecuencia, una mejora del empleo y un buen ahorro para la ciudad; descontaminar Granada, haciéndola más saludable; reorientar el turismo a favor de la ciudad y fomentar los recursos propios productivos de la ciudad y su área metropolitana, haciéndola menos dependiente. Pero para esto hay que amar a Granada y de eso no hay nada en el presupuesto municipal.

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Columnista
Salvador Soler

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