Luna creciente (2 de Abril de 2014)
En las mañanas caminantes que me llevan al trabajo, el autobús público ya me ha traído a Granada desde mi pueblo adoptivo en el Valle de Lecrin, los hombres solo podemos y debemos de aspirar a ser personas y trabajar, es el tiempo en el que en el observo a esas criaturas, a esos seres humanos, que están tapados por una o más mantas durmiendo en mitad del suelo de un pasadizo que comunica a dos calles granadinas. Y me dan ganas de vomitar cuando rememoro mentalmente que esas personas, que esos seres humanos, están allí tirados y mancillados porque el Sistema de Libre Mercado del feroz Capitalismo no les da ni una sola opción digna y esperanzadora para ser personas que trabajan a diario para ganarse la vida. Esa vida que da muchos tropiezos y atropellos porque el Capitalismo no tiene faz humana, y que no da oportunidades a los que mayor necesitan una oportunidad. ¿A ustedes se les parte el alma, eso que dicen algunos que tenemos y que nadie ha visto, cuando observa a un ciudadano de color o blanco, ella o él, pidiendo limosna en una esquina o tirado en medio de la acera? ¿Y qué hace el Estado, ese que tan bien paga a sus políticos españoles, por ayudar a esos seres que necesitan ayuda imperiosamente? No hace nada. Al revés, ya mismo quizá los haga desaparecer como en los mejores tiempos del nazismo que es fascismo. ¿Y frau Merkel, Ángela, nacida comunista en la antigua Alemania Oriental, dormirá bien cuando expulse a los inmigrantes que no encuentran trabajo en sus bellas ciudades alemanas? La doble moral capitalista, es digna de fundar un Reich de mil o más años explotando a los seres humanos. Y liquidando a aquellos que no les guste por su raza, cultura o religión.
