Luna creciente (Abril) (21-4-2015)
Abril
Cuarto mes del calendario. El de las aguas mil. El mes que parece que viene su nombre de la raíz griega “aphrós” y de la posterior latina “aprilis”, y que puede significar en el idioma español “abrir la tierra”, “abrir las hojas de los árboles” y “abrir las flores”. El poeta romano Ovidio, así lo creía. Un mes de esos achuchados porque viene la segunda parte de la operación elecciones municipales y autonómicas en este país de pito y flauta. Un mes con treinta días. El mejor mes para echarse una novia en flor abierta o dos si las damas en cuestión son bajitas y muy bien equilibradas en su total humano conjunto que siempre debe de ser ignota geografía de carnes de tierra, mar y aire. Y un mes en el que el político popular, maese Torrente, don José de PP, ha anunciado que conoce el noble y poco conjugado arte político de saber ponerse en cola y conocer también el verbo apartarse para que los nobles équidos (caballos) no le pisen los cojones. Aunque todo esto entra en el juego orgánico particular y arcano de los maravillosos partidos políticos, formaciones políticas con escaso o nulo bagaje de democracia interna, este modesto servidor y mal picapedrero cree que el paso al lado dado por el ciudadano Torrente, don José del PP, no es tal. Y sí es desaprovechar a un político con una experiencia de veinte años en la vida pública. Esos tiempos de calendario que dicen que son soneto. Veinte años son bastantes años para darse cuenta de la valía o no valía de un político que lo tiene el jefe máximo (emperador maximus) casi al mismo lado. Casi codo con codo. Meando casi juntos. Formar a un político y desaprovecharlo cuando su experiencia puede ser positiva, es como matar, para hacer caldo, a una gallina joven que puede estar poniendo huevos. Esa ave que cuando es ya mayor es idónea para hacer buena sopa. ¿Y por qué es tan putona la puta política esa de a los palacios subí y a las cloacas querían que bajara o bajase?
