Luna creciente (Mirar para el infinito) (26-6-2014)
Mirar para el infinito
Mozart suena como los mismos ángeles en la intimidad del apartamento de alquiler en el que vivo. Suena sin atronar y sin molestar a nadie. Aunque el tufillo a ladrón se huele en mi vivienda de alquiler porque a ladrón huele todo el territorio de este país (España). Voy caminando por entre la fronda, las hierbas, los arbustos y los árboles frutales de mi Valle de Lecrín adoptivo, y allí también huele a ladrón. ¿En mi amado país (España), el que no roba es porque sencillamente no puede hacerlo o no sabe hacerlo? Políticos tan variados como el firmamento que están implicados en la más ruin de la corrupción. Infanta esplendorosa y rubia leonada que ha sido imputada por unos presuntos delitos de blanqueo monetario y evasión fiscal. Una ex ministra socialdemócrata con cara de pobre solemne que tiene que dimitir de vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), y porque está imputada en la corrupción de un fondo reptil dinerario andaluz de reptiles. Sindicalistas, los que luchaban contra el franquismo y lo tildaban de fascista, fascista desde luego que lo era, ahora presuntamente tienen las manos manchadas de fascismo ladrón. ¡Oh Zeus!, tú que deberías de existir como existe el buen vino que se escancia tranquilo con jamón y queso añejo mientras se escucha a Mozart, da una señal para que tu justicia del Olimpo caiga sobre tantos fascistas que nos roban y le quitan el pan diario a 2,3 millones de niños españoles que pasan hambre. Huele a ese incienso de la Edad Media que quemaba a los bondadosos que deseaban enseñar al pueblo para que no fuese engañado. Y huele a la política fascista que está plasmada en las dictaduras que no son democráticas. Mozart es el último refugio. A España hay que desinfectarla a fondo. Hay que mirar al infinito de la decencia, la ética y la honradez.
