¿Oiga? (Qué, porqué y para qué) (26-6-2014)
Qué, porqué y para qué
Existen tantas administraciones públicas, tantas organizaciones públicas, tantas agencias públicas, tantas entidades públicas, tantos organismos públicos y tanto cuento público, que es absolutamente difícil conocer su qué, su porqué y su para qué en esto que debería de ser tan simple como gobernar y administrar a favor del pueblo soberano, y de forma honrada y cabal. Una vez fui actor. Fui un camarero bastante bigotudo que les servía dos cafés a otros dos personajes nada bigotudos que estaban sentados en una mesa de una cafetería, y que interpretaban estos papeles teatrales dos amigos: uno catedrático de francés y otro profesor en la Facultad de Económicas de la UGR. Mi amigo catedrático de francés estará horrorizado en la Alpujarra con lo que se cuece políticamente y mi otro amigo economista, ahora es el máximo responsable del Tribunal de Cuentas de Andalucía, y seguro que también está horrorizado. Oiga: ¿Con todo respeto, y para qué sirven los Tribunales de Cuentas, el central y los autonómicos, si nadie de las administraciones públicas que gobiernan y administran les hace caso en los informes que emiten? Si tuviera menos años y ningún hijo, tengo cuatro, me iría a algún lugar en el que sirva para algo el qué, el porqué y el para qué de todo lo que es público. Y con dictador Franco no se vivía mejor, que quede claro y nítido como los chorros del oro.
