viernes 17 mayo
Opinión  |   |

Relatos cortos sin recortar (Ciudadanos públicos singulares V) (26-1-2015)

Ciudadanos públicos singulares (V)

 

Amerindo Zarzalejo Higuera, funcionario de Prisiones en una cárcel para políticos píos y honestos que han metido las manos, las zarpas, en el cajón del pan público de todos los españoles, tiene la virtud estremecedora de ser un gay que se está cepillando a algunos de los políticos VIP que cumplen sus condenas en esta penitenciaría dotada con todo el confort que puede imaginarse para un hotel de cinco o seis estrellas. Amerindo Zarzalejo Higuera, en un gay con pelos en el pecho lobo y con labios de terciopelo que la chupa con tanto amor, con tanta profesionalidad amorosa sexual, que sus amantes políticos delincuentes aseguran que los vuelve locos de placer y como un calcetín cuando los somete a felaciones maravillosas. En este penal de rica miel, los internos, todos políticos de altos vuelos y robos espectaculares de dinero público, están en celdas individuales dotadas de un espacioso dormitorio con tálamo matrimonial; salón de estar con televisión, teléfono e Internet; cuarto de baño completo con sauna; calefacción central y aire acondicionado; una pequeña y bien dotada biblioteca; y una cocina eficaz americana que es absolutamente polivalente.  Y allí son felices los políticos en sus cortas estancias penitenciarias. Y ya que casi entrar por una puerta y salen por otras al poco tiempo. Amwrindo Zarzalejo Higuera, se ha encariñado con un recluso potentado.

 

Y su relación sentimental, amándose a diario hasta la extenuación sexual gay, será corta. Aunque por esto aprovechan bien el tiempo porque parece que el político delincuente se irá pronto a su domicilio familiar, y en donde lo espera su santa y abnegada esposa y sus siete hijos del matrimonio. El político en cuestión no es homosexual, pero él sopesa que en este mundo hay que experimentarlo todo, se refiere fundamentalmente a probar las relaciones sexuales gay, y porque lo probado novedoso te puede gustar. Amerindo Zazalejo Higuera y su amante, el político que solo sisó más de 50 millones de euros del dinero público, son tan felices y gozan como quinceañeros con su relación homosexual. Y están ambos ahora deshojando la bella margarita de dejar a sus sendas esposas. Y para que ellos, una vez divorciados y libres, contraigan nuevo matrimonio homosexual. A Amerindo Zarzalejo Higuera, toda su vida le han gustado las relaciones sentimentales gay, y al político postinero que es ladrón e interno en prisión, ese que pronto va a salir, a sus años le ha gustado tener una humana relación sentimental homosexual por la misma retaguardia.  El amor es como mariposa que liba de flor en flor y de capullo en capullo.

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