Relatos cortos sin recortar (Se suicida con un diente postizo) (27-6-2014)
Se suicida con un diente postizo
Braulio Capotillo Sánchez, un joven albañil en el desempleo porque el territorio de Andalucía ya está casi en su totalidad construido y porque la crisis económica se ha llevado por delante a la mayoría de los constructores y empresas inmobiliarias, ahora escribe versos en una pizarra portátil que lleva por las calles y plazas como si fuese un nuevo bardo moderno y occidental de este país (España) con más políticos trincones y desvergonzados del orbe conocido y de la Vía Láctea. Y con ello, malamente, se gana la vida. Solo le dan los versos para desayunar, y lo de almorzar, merendar y cenar lo tiene que hacer en casa de su santa madre, una viuda que cobra un subsidio de algo más de 400 euros mensuales. Están los jubilados y pensionistas totalmente contentos con los políticos que gobiernan y administran las cosas públicas cada día más privatizadas.
En esta mañana, a Braulio Capotillo Sánchez lo ha detenido una dotación de la Policía Nacional porque estaba delante de una de las oficina del INEM con su pizarra portátil enseñándole a la fila de los desempleados los versos poéticos con forma de prosa que había escrito, y que rezaban de la siguiente manera: “Cada segundo y minuto y hora que avanza el reloj humano vivencial de las personas, la vida se debe convertir en lucha poderosa que combate desigual, a muerte, con la explotación y las desigualdades que asesinan al hombre, esos mortales que son masacrados y estafados por el capital hambriento de poder y riquezas que no muestra piedad para con ninguna criatura humana. ¡Mujeres y hombres del mundo, alzaos contra todo lo que os oprime y explota!
Niños hambrientos en países desarrollados. Mujeres que son vilmente tratadas en desigual. Ancianos que se les reduce el poder adquisitivo. Hombres a los que se les condena al desempleo. Humanos a los que se les niega la sanidad pública. Y los políticos con sus estipendios por los cielos. ¿Qué democracia es la que potencia desigualdades? ¿Por qué se le niega al pueblo la pública enseñanza? Cada segundo y minuto y hora que discurre en las vidas bellísimas de los seres humanos, mueren personas inocentes por inanición, falta de atención médica y medicamentos, por guerras imperialistas injustas y asesinas y por contiendas nacionalistas bestiales y trasnochadas.
¡Mujeres y hombres del mundo, luchad contra todo lo que os asesina, oprime y explota!”.
A Braulio Capotillo Sánchez, boquiabierto cuando el juez se lo comunicó en la Sala de lo Penal por asuntos fuera de lugar, le han caído siete años y veintitrés días de prisión a pan y agua por intento de alzamiento nacional sin ejército con el agravante de sedición y el atenuante de no repartir armas de destrucción masiva. Ha sido una sentencia injusta. Parece ser. Lo ha reconocido hasta el señor juez, pero había que dar un escarmiento porque la poesía y la prosa, incluso la lectura, pueden llegar a ser armas de destrucción masiva dentro de muy poco, y dado como está el hermoso patio de la patria con tantos políticos tan honrados, éticos y trabajadores al servicio del pueblo soberano. Braulio Capotillo Sánchez no ha ingresado en prisión. Se ha quitado la vida con un diente postizo que le pusieron hace poco, un canino, y que se lo costeó su novia, la prótesis dental, y que está trabajando como señorita puta al servicio del Ministerio de Hacienda en un local que está ubicado junto a un estanco en el que se vende tabaco, bebidas alcohólicas, drogas blandas, chicles y la prensa escrita diaria. Braulio Capotillo Sánchez se clavó en canino postizo en la vena aorta a la altura del cuello. Las malas hierbas desaparecen sin ayuda. ¡Viva la democracia cuando se convierte en una dictadura democrática!
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