IU propone una tarjeta de transporte para personas con movilidad reducida en Granada
La concejal Maite Molina ha argumentado que en otras ciudades como Málaga disponen de una tarjeta específica para el colectivo, denominada TPMR
La concejal de IU en el Ayuntamiento de Granada, Maite Molina, llevará a pleno una propuesta para que, en palabras de la edil, “el equipo de Gobierno popular implante una nueva modalidad de tarjeta de transporte público que dará cobertura a las personas con movilidad reducida con un grado de discapacidad igual o superior al 33% de la ciudad de Granada”.
Según Molina, “desde IU hemos comprobado como dentro de las modalidades de tarjetas para el transporte público en Granada las hay para pensionistas, para jóvenes y para universitarios, pero consideramos que hay un núcleo muy importante de población con movilidad reducida”. IU ha argumentado que en otras ciudades como Málaga disponen de una tarjeta específica para el colectivo, denominada TPMR, o tarjeta para personas con movilidad reducida “y que sería muy bien recibida por estas personas que tiene enormes dificultades para moverse y cuya concesión estaría sujeta a determinados requisitos como la renta mensual”.
De acuerdo a datos oficiales del Centro de Valoración de Minusválidos, organismo dependiente de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, llegaría a 8.771 personas, de las que 4.595 son hombres y 4.176 son mujeres.
La edil de IU ha reseñado que en Málaga se piden requisitos como estar empadronado en la ciudad, disponer de una renta mensual igual o inferior a 700 euros brutos mensuales, y un coste de 12 euros válido para 25 viajes, aunque Molina ha considerado que, de implantarse en Granada, las condiciones deberían negociarse de forma participada con los colectivos de personas con un grado de discapacidad igual o superior al 33%.
"Estamos hablando de una realidad precisa y justa, ya que según los datos de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de 2014 son aproximadamente unas 2.000 personas en nuestra ciudad las que tienen tarjeta de aparcamiento para personas con movilidad reducida, por lo que cerca de 7.000 personas podrían beneficiarse de la tarjeta para el transporte público, lo que no quita que el total de las mismas, puedan optar a esta tarjeta si sus condiciones físicas así se lo permiten y contribuir a promover el uso del transporte público”, ha manifestado Molina.
Por otro lado, la concejal de Izquierda Unida se ha referido a un acontecimiento “impresentable” en el que, según relata, una mujer invidente tuvo un altercado en una LAC, “pues al pasar la tarjeta y no ver ni oír que había sido validada, pensó que estaba correcto. Su sorpresa llegó cuando un inspector de la LAC le puso una multa sin más documento oficial que un ticket en el que constaba “recargo extraordinario” por 40 euros y que tuvo que abonar inmediatamente”. Para Molina, este suceso es una “vergüenza” y pone de manifiesto que la accesibilidad para personas con discapacidad audiovisual no se cumple dentro este nuevo sistema de transporte, ya que las máquinas de pago de la LAC no están adaptadas a personas invidentes, no tienen sistema braille, y debería establecerse un sistema de pago que no fuera inmediato por la posibilidad de falta de liquidez en ese momento”. La inquietud del grupo de IU ante el procedimiento que se seguiría si alguien no pude pagar de inmediato le ha llevado a solicitar una cita con la concejala de Movilidad para aclarar estas cuestiones. Asimismo, la edil ha puesto de relevancia la “falta de sensibilidad de estos inspectores y el ánimo de hacer caja”, en lugar de facilitar y prestar su apoyo a quienes lo necesiten.
