Una reconciliación perfecta
Granada se reencuentra con su Domingo de Ramos con cinco hermandades que relucen como nunca en una jornada multitudinaria y radiante
Dicen que no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista. En el caso de la Semana Santa de Granada el mal no duró cien años por fortuna, pero dos fueron suficientes para tener un gusanillo en el cuerpo en el Domingo de Ramos, en el que la reconciliación entre las cofradías y la multitud fue perfecta.
En cada inicio de la pasión la ciudad tiene una cita en las puertas de La Borriquilla. Por tercer año en cinco la hermandad volvió a salir desde San Andrés y lo hizo en ese espacio donde por estrecha que sea la calle Elvira siempre cabe un alma más.
El hermano mayor de la Hermandad de Santa María de la Alhambra cedió el testigo para que fuera el alcalde el que llamase en tres ocasiones a las puertas de San Andrés, para recordar a los granadinos que ya no están y a los "miles" que estaban esperando ese momento.
Y se abrieron las puertas para que lágrimas, nervios como el primer día y sobre todo recuerdos, muchos recuerdos, derribasen la barrera trazada por 'el bicho' desde hace dos primaveras. Después llegó esa primera levantá de Alberto Ortega dedicada a todas las hermandades granadinas "sin excepción" que puso la piel de gallina a más de uno.
La salida, como todas las que se producen en la zona de Elvira fue impoluta, sin espacio para nadie más pero con sitio para todo el mundo. Y de ahí a atravesar el Arco de Elvira, tanto el Señor como la Virgen de la Paz, tan recurrida en estos tiempos; para adentrarse definitivamente en Granada. [Fotos y vídeo de La Borriquilla]
Un baño de Darro
Si el Domingo de Ramos de Granada es especial lo es porque en él se juntan enclaves que ni el mejor de los pintores hubiera pensado. A mitad de la Carrera del Darro, donde confluyen el río, la Alhambra y la Iglesia de San Pedro, la Hermandad de Las Maravillas pone una dosis tan justa como necesaria en esta jornada de pasión.
Guillermo Padilla y Juan Pablo Capilla llevaron con maestría los pasos del Cristo y de su titular mariana, deteniendo el tiempo por un momento con rayos de sol desde Plaza Nueva hasta la eternidad, en un regreso en el que ni la luna se quiso perder y para dejar un buen sabor a los fieles de esta hermandad. [Fotos y vídeo de Las Maravillas]
Multitud en la Santa Cena
En la primera jornada de la pasión todo el mundo quiere estar en la primera hermandad, pero debe decidir entre tres cuál es la segunda que verá en las calles. En esas la Santa Cena fue elegida por una multitud incesante de fieles y cofrades que se dieron cita en Santo Domingo.
Uno de los pasos más espectaculares por su tamaño de la Semana Santa de Granada, guiado por José Manuel Rodríguez Quesada, llegó desde el Realejo para abrirse sitio desde Jesús y María hasta la Carrera Oficial. En su regreso la bulla, esa que parecía iba a haber desaparecido por la Covid, empezó a formarse bien pronto delante de La Victoria, concretamente en la entrada a San Matías y de ahí, a la eternidad. [Fotos y vídeo de La Santa Cena]
La emoción del Despojado, en la noche
La Hermandad Sacramental de Jesús Despojado da otro toque distintivo al Domingo de Ramos de Granada, en el que este año la cofradía decidió con acierto organizar su cortejo en San Emilio para unirse a sus titulares en la calle Músico José Ayala Cantó.
La gran novedad, además de esta, estuvo en que el reencuentro con San Agustín no tuvo lugar en la ida sino en el regreso. En la calle San Antón también se detuvo el tiempo en esa ocasión única que esperan las dos hermandades cada Domingo de Ramos. Y fue como si una le diera el testigo a la otra de un barrio que respira Despojado y San Agustín. [Fotos y vídeo del Despojado]
Cautivo aclamado
Francisco José Ruiz y su equipo llevaron a Jesús Cautivo a las calles de Granada, de una cofradía que trabaja por recuperar la estabilidad interna. Externa quedó claro que la consiguió desde el minuto cero de su salida desde el Sagrario.
En este punto no faltó la petalá caída literalmente desde el cielo para reencontrarse con Granada y esa dosis necesaria de Encarnación, de quienes le piden durante todo el año y que ella siempre suele responder a su manera. Se puso en la calle una Hermandad. [Fotos y vídeo del Cautivo]
A Granada nadie le puede robar su Semana Santa y menos una pandemia. La ciudad reencontró su sitio más de mil días después y lo hizo de la mejor manera posible.