Luna creciente (Miedo) (23-11-2015)
Miedo
Tenerle miedo al miedo es de hombres prudentes. Y tener miedo en política, cuando no se tiene mayoría absoluta, es porque se gobierna y administra en minoría bajo la espada de un pacto que se puede romper con una moción de censura. Que viene el lobo, el que avisa sin ser traidor, y hay que respetar el “pacto anticorrupción” que pactaron PP y C’s para que pudiese gobernar y administrar el señor Torres Hurtado, don José alcalde, en la Casa Bailía de la Plaza de Carmen. En el ayuntamiento granadino. Aunque quizá sea prematuro que venga el lobo porque la Justicia todavía no ha juzgado y condenado a la edila Nieto, doña Maria Isabel. A sus pies, señora. ¿Y si hubiese otros pecadillos de rango mortal en la corrupción política y que es posible que sean más condenables por la Justicia en la misma Casa Bailía de la Plaza del Carmen y a los que presuntamente se les está obviando, dando carrete o mirando para otro lado? ¿O quizá están en ese cajón en el que duermen pacientes para sacarlos cuando el 20-N esté en su punto de ebullición electoral? El miedo sensato siempre es a lo desconocido. Y el miedo insensato es aquel que no se produce, por ejemplo, cuando se meten las dos manos en el “cajón del pan público” y con intencionalidad de hacerse rico de forma corrupta. Y un lobo, desde luego, no es el señor Salvador, don Luis de Ciudadanos (C’s). Pero se puede parecer.
