Luna creciente (Nos hace falta más amor) (23-10-2014
Nos hace falta más amor
La novedosa alcaldesa de la bellísima localidad granadina de La Zubia, pueblo querido que visitaba casi a diario en mi niñez y juventud en los tórridos veranos vacacionales, doña Inmaculada Hernández del PP, es amor en estado tan puro como lo es el oro en pepitas de Alaska o los diamantes en bruto de Sudáfrica. Amor personal y amor político. Y a don Sebastián Pérez Ortiz, senador del Reino de España, presidente de la Diputación de Granada y también presidente mandamás del Partido Popular (PP) de Granada, se le cae la baba política en la toma de posesión de la alcaldesa “zubiética” con la hermosa frase de la nueva regidora de La Zubia: “Es tiempo de amar lo que hago y de amar a mi pueblo”. “Hace falta más amor”, cantaban The Beatles. Sí, hace falta más amor. Y porque hay que recordar al amor cuando se van a meter las manos en el cajón del pan público de todos. Hay que recordar al amor cuando se tiene una “tarjeta opaca” por ser un político postinero. Hay que recordar al amor cuando en las administraciones públicas se licitan obras públicas enormes y para que el deseo de las “comisiones” se diluya al instante. Hay que recordar al amor cuando la tentación se asoma con la cara de Diablo Cojuelo y le dice al político de turno que es mejor ser un político corrupto rico que un político honrado pobre. Hay que recordar al amor cuando se mete la pata política, y para dimitir al momento. Total que hay que recordar siempre al amor cuando se es un cargo electo que está al servicio del pueblo soberano. Hay que pasar a la historia de un país y a la intrahistoria de una localidad o ciudad como políticos amorosos que fueron éticos, honestos, honrados y trabajadores. Y no como están pasando los políticos corruptos, esos algunos que pasarán como hijos de puta.
