El reencuentro con el precursor de la era actual
El Granada CF se enfrenta este sábado al equipo que Quique Pina, el hombre que logró recuperar el granadinismo cuando peor estaba
Pina celebra el ascenso conseguido por el Granada CF en Alcorcón. Foto: Luis F. Ruiz
"Viva mi Granada, hasta siempre". Estas fueron las últimas palabras que Quique Pina pronunció en Granada sobre el club que había presidido durante seis años el 24 de junio de 2016, el día en que el murciano dijo adiós al Granada CF.
Su marcha no fue quizás la más deseada para alguien a quien puede adjudicársele ser el precursor e impulsor de la era moderna actual que vive la entidad rojiblanca, pues desde su llegada en 2009 se recuperó la ilusión por el club, con dos ascensos consecutivos y para vivir la etapa más gloriosa en Primera desde la fundación en 1931.
Año y medio después el destino ha querido que los caminos del Granada CF y de Pina se vuelvan a cruzar, aunque en este caso enfrentados, pues el mandatario está ahora al frente de un Cádiz que camina con velocidad de crucero hacia la Primera División.
El duelo que además marca el final de la primera vuelta -por tanto lo habrá en la última jornada de Liga- es especial por muchos motivos, pero el principal porque el expresidente rojiblanco tendrá el corazón dividido entre una ciudad a la que le gustaría volver algún día por todo lo que consiguió, fundamentalmente los éxitos.
Pina se fue de Granada dejando un club saneado económicamente después de estar moribundo a finales de la primera década del año 2000, logró rehacer la masa social del club con los ascensos a Segunda y Primera, proyectó la construcción de una Ciudad Deportiva y volvió a poner al granadinismo en el mapa del fútbol nacional.
Los méritos son más que de sobra conocidos de un hombre al que muchos echaron en falta la pasada temporada cuando, en el primer año de su ausencia, se logró el descenso de categoría.
