La Catedral de Granada acogerá el 9 de noviembre la beatificación de la Madre Riquelme
La congregación, presente en varias casas de España, y países como Brasil, Portugal, Bolivia, Estados Unidos y Angola, entre otros, se prepara ya para organizar esta celebración, "abierta a la participación de todos los fieles"
La Catedral granadina acogerá el próximo 9 de noviembre la beatificación de la granadina Madre María Emilia Riquelme y Zayas, fundadora de las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada, que tienen su Casa Madre en Granada.
Según ha informado el Arzobispado de Granada en una nota, la congregación, que está presente en varias casas de España, y países como Brasil, Portugal, Bolivia, Estados Unidos, Angola, Perú, México, Filipinas y Colombia, se prepara ya para organizar esta celebración, "abierta a la participación de todos los fieles".
El milagro atribuido a la Madre Riquelme que ha permitido esta beatificación es la curación de una pancreatitis aguda que padecía un hombre en Colombia, en marzo de 2003, y por cuya curación "estuvo rezando durante un tiempo una hermana de la congregación, también hermana del enfermo".
La Santa Sede informó del Decreto que reconoce el milagro atribuido a Madre Riquelme el pasado 19 de marzo. La última beatificación celebrada en la Diócesis de Granada fue la de Fray Leopoldo de Alpandeire, el 12 de septiembre de 2010, en la Base Aérea de Armilla, en el área metropolitana granadina.
María Emilia Riquelme y Zayas nació en 1847 en una familia bien posicionada en aquella época, y falleció a la edad de 93 años. Educada en una familia cristiana, sintió desde muy pronto la necesidad de estar al lado de las personas pobres, dedicando tu tiempo y cualidades a ayudar en la escuela a niños pobres, impartir catequesis, y colaborar con familias necesitadas.
Siente también que su vida es la consagración y "hay tanteos de vida religiosa en diversas congregaciones y, al calor de los Ejercicios Espirituales y de la Adoración al Santísimo Sacramento", explica la congregación.
Con el paso del tiempo, surge la obra de María Emilia, llamada por ella como "la Obra de la Virgen" en honor de Jesús y María, naciendo así la congregación de Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada.