La innecesaria fórmula para señalar a una afición
La Policía Nacional quería impedir que hubiera aficionados del Granada CF en otro espacio que no fuera la zona visitante, aunque ambos clubes han llegado a un acuerdo para que quien quiera pueda estar en Almería
La polémica suscitada en torno a las entradas de quienes quieran ir a Almería este fin de semana para presenciar el partido del Granada CF, ya solucionada por ambos clubes, ha dejado patente una innecesaria fórmula elegida que ha dejado en duda el comportamiento de una afición que este año ha sido ejemplar.
El pasado martes el inspector de la Policía Nacional y coordinador de Seguridad de la Unión Deportiva Almería, Manuel Fernández, realizaba unas afirmaciones en Onda Cero Almería en las que advertía de que no se permitiría la venta de entradas a aficionados rojiblancos que no fueran ubicados en la zona visitante.
El propio agente también aseguraba que se pediría el DNI a aquellos seguidores que pretendieran hacerse con una localidad para el encuentro en taquillas, con la intención de no tener a seguidores del Granada CF distribuidos por otros espacios del Estadio Juegos del Mediterráneo.
Sin embargo, fue este miércoles poco antes de las 15.00 horas cuando la cordura se impuso y tanto el Granada CF como el Almería mantuvieron su compromiso para que cualquier seguidor que así lo desee pueda ubicarse en cualquier asiento del estadio, acabando así con una polémica que ha puesto el acento sobre unas dudas infundadas sobre los granadinistas.
Tal y como explicó el club en su comunicado, en ninguno de los desplazamientos esta temporada, hayan sido masivos o no, la afición del Granada CF ha ocasionado problemas algunos. Como ejemplos más destacados están los casos de Cádiz, Málaga, Córdoba, Alcorcón o Majadahonda.
Pero donde todavía el acento deja más en evidencia este planteamiento de no dejar que seguidores granadinistas estuvieran repartidos por el resto del estadio es cuando esa medida no se aplica en Granada en ninguno de los casos esta campaña y ha habido seguidores distribuidos por otras partes del estadio en los encuentros, dado que no se impide el normal acceso a cualquier zona. Por fortuna, este asunto pasará a la historia, pero como anécdota.
