viernes 26 abril
Opinión  |   |

¿Dónde está su presupuesto, señor Cuenca?

Desde el grupo municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Granada ya hemos dicho en otras ocasiones que el periodo de Francisco Cuenca como alcalde ha sido una pérdida de tiempo, así que insistir otra vez en lo mismo podría parecer reiterativo. Pero, como se suele decir, la realidad es tozuda y retrata a cada cual, lo pone en su sitio.

Durante estos dos últimos años, Cuenca y su gobierno han aplicado la política del retrovisor, que consiste en culpar al PP de la situación económica por la que atraviesa el ayuntamiento y hablar una y otra vez de la herencia envenenada que han recibido. Nosotros hemos reconocido hasta la saciedad que nos tocó administrar la ciudad en un periodo muy delicado, que entre los años 2009 y 2012 sufrimos una drástica reducción del presupuesto local y que el de la economía de Granada es un problema estructural que se arrastra desde hace muchos años.

Dicho esto, nosotros sí conseguimos, con nuestros errores y nuestros aciertos, sacar adelante a esta ciudad sin dejar de administrar a los granadinos un servicio de calidad. Cuenca, sin embargo, no ha hecho absolutamente nada en estos dos años. Y no lo ha hecho por una sencilla razón: no tiene programa económico.

Pongamos un ejemplo: en estos dos años, el periodo medio de pago a proveedores se ha disparado. Con el PP aún en el gobierno, en diciembre de 2015, estaba en 57 días. Ahora se sitúa en 153,7. Y eso no es sólo una cifra, eso significa que muchísimos proveedores y pequeños empresarios ven peligrar su economía porque el ayuntamiento no les paga. Cuenca está jugando con el modo de ganarse la vida de todas esas personas, lo cual es gravísimo.

Cuenca tampoco ha presentado un presupuesto; ni siquiera un borrador sobre el que trabajar, así que seguimos con las cuentas prorrogadas desde 2015. Ahí, una vez más, el alcalde intenta culpar de la situación a la supuesta herencia recibida, pero tenemos que recordarle que nosotros sí que presentamos un borrador para que la ciudad contara con un presupuesto en el año 2016, borrador que fue rechazado por el grupo socialista. Nosotros lo trabajamos y lo presentamos al que por entonces era el primer partido de la oposición. Ellos no han hecho lo mismo.

Y no lo han hecho porque el PSOE tiene un miedo patológico a perder más votaciones en el pleno. Se excusa diciendo que, presente lo que presente, la oposición lo va a rechazar. No es así. El grupo municipal popular ya le ha hecho saber a los socialistas que les tiende la mano para que Granada cuente con un presupuesto apoyado por los dos principales grupos de la corporación. Pero Cuenca sabe que su partido está solo, que ni siquiera los grupos que lo auparon a la alcaldía lo apoyan. Únicamente lo hicieron el día de la investidura. Desde entonces, Cuenca y sus siete concejales navegan en absoluta soledad. Y así es imposible gobernar una ciudad, como se demuestra día a día.

Nosotros tuvimos política en materia económica y ellos no, ése podría ser un buen resumen. Y pese a todo, no nos rendimos y seguimos pensando que es posible aprobar un presupuesto. Por eso le hemos pedido a Cuenca que se someta a una cuestión de confianza. Si la supera, Granada tendrá automáticamente unas nuevas cuentas. Pero dudamos mucho que Cuenca acepte ese reto, porque sabe que está solo y que no va a contar con la confianza de los que fueron sus socios por un día, con el único objetivo de desalojarnos de la alcaldía. Si Cuenca sabe eso, y lo sabe, a lo mejor lo más coherente sería que actuara en consecuencia y dejara su puesto. Pero tampoco le vamos a pedir coherencia a estas alturas.

El problema económico del ayuntamiento es de tal magnitud que el Ministerio de Hacienda ya ha solicitado al consistorio el acceso a su sistema informático para controlar su información económica. La intervención del organismo municipal es muy probable y es la consecuencia de la situación de desgobierno a la que estamos condenados.

Es una medida de la que el Partido Popular ya había avisado, no nos pilla de sorpresa. Hacienda no decide intervenir un ayuntamiento por gusto, sino porque hay datos que lo hacen necesario. Como por ejemplo, que Granada tenga el dudoso privilegio de figurar en la lista de las ciudades más morosas de España.

Tememos esa intervención, naturalmente. Porque, a partir de ahí, el ayuntamiento tendría mucho menos margen de maniobra y no podría decidir por sí solo en numerosos asuntos domésticos. Para amortizar una plaza, para hacer una modificación de plantilla o para refinanciar una deuda, esa decisión ya no será suya, sino del ministerio.

Ante eso, como de costumbre, lo único que se le ocurre a Cuenca es decir que todo es consecuencia de la herencia recibida y acusar al ministerio de generar alarma. Nos preguntamos si no es precisamente alarma lo que han generado el alcalde y su gobierno en estos dos años. Alarmar y llorar, eso es lo único que han hecho. Pero de gestionar, nada de nada. Y así nos luce el pelo.

Rocío Díaz
Portavoz del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Granada

Publicidad

Comentarios

©Queda totalmente prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta noticia sin autorización expresa de la dirección de ahoraGranada
Publicidad
DÍA A DÍA
Desarrollado por Neobrand
https://ahgr.es/?p=115913