Luna creciente (18 de Marzo de 2014)
Los granadinos, ellas y ellos, no son ciudadanos urbanitas que usan bicicleta como medio de locomoción por la ciudad. Los granadinos, ellas y ellos, no son de esos a los que se les puede catalogar de bicicleteros a ultranza. Y porque aquí el personal autóctono, no gusta demasiado del sano y buen pedalear. Y menos aún, son ciclistas aquellos ciudadanos, ellas y ellos, que tienen su primera o segunda residencia en las localidades del Área Metropolitana de Granada. Sudar mucho u poco dando pedales encima de una bicicleta, no es del agrado de los granatensis. Aunque los hay, que sí usan las “bicis” porque en Granada todo es posible. Por estos lares patrios, los granadinos no somos como los holandeses, belgas, austriacos o daneses, que usan las bicicletas mucho más que los automóviles. Aquí lo que se lleva es tener un coche mucho más grande que Armilla para pasearse en él incluso por el pasillo de nuestro piso de 90 metros cuadrados con una terraza que tiene vistas al infinito, a la nada solemne o a Sierra Nevada. Me cuentan, eso, que la Junta de Andalucía ha puesto un anuncio en el BOJA, en la semana pasada, para la contratación de un estudio de rentabilidad para intentar implantar en Málaga, Córdoba y Granada, en las Áreas Metropolitanas de estas tres ciudades andaluzas, bicicletas públicas que se alquilan. Y porque este sistema de bicicletas públicas, es un éxito en diferentes ciudades europeas. ¿Y no hay en Granada ya bicicletas enmohecidas para este mismo menester? ¿En esta ciudad no es notorio que el Ayuntamiento de Granada y la Junta de Andalucía se han tirado los trastos a la cabeza varias veces, alegando que el fracaso es de una u otra institución? Bicicletas para volar.
Publicidad
Popular ahora
