Luna creciente (Aldea terráquea) (12-1-2015)
Aldea terráquea
Usted es un ciudadano cualquiera que vive en un planeta. Es un ser humano que reside en un continente. Es una persona que mora en un país. Es un mortal que es vecino de una ciudad o de una localidad. Pero usted vive a diario sumergido en el horror mundial. Inmerso en el espanto continental. Residente en el pavor nacional. Y avecinado en la consternación local. Y sin que usted pueda influir en la erradicación de lo espeluznante, lo hórrido, lo monstruoso y lo atroz. Escribió con acierto John Lennon, que vivimos en un mundo increíble, y porque hacemos el amor escondidos y las atrocidades en público. Una niña de 10 años hace explotar, en Nigeria, su mortífera carga explosiva y asesina a una cantidad notable de personas inocentes. ¿Una niña de diez años posee la capacidad volitiva y cognoscitiva para convertirse en una integrista que asesina por la fe fanática en una religión en la que Alá es El Misericordioso? En un leve tic tac de reloj, una niña se inmola, ¿consciente?, y asesina a sus semejantes con la una carga explosiva que llevaba adosada a su pequeño cuerpo. ¿Hacía dónde se dirigen las religiones intolerantes y mayoritarias en este planeta azul y verde? Una joven india es estrangulada por su propio padre y un hermano y después también lapidada por su propia familia porque la observaron que iba paseando con un joven de otro poblado vecino. La asesinó su propia familia por honor, según explicaron el padre y el hermano a la policía. ¿Por qué se han financiado, por países democráticos de Occidente, a grupos extremistas que luego se revuelven contra los pueblos de sus financiadores occidentales? Apártate de ahí, irracional asesino, no comprendes que tengo derecho a ser libre y a elegir cómo, cuándo y porqué deseo que el sol me abrace. No raciocinas que mis libertades son inalienables porque las adquirí por medio de la cultura que nos hace libres. La decadencia es total.
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