sábado 27 abril
ANÁLISIS  |   | Luis F. Ruiz - Noelia S. Lorca

Nueva investidura o moción de censura: la disyuntiva a la que se dirige la Plaza del Carmen

Los movimientos del PP tras el adiós de Sebastián Perez debilitan el pacto que mantiene a Luis Salvador como alcalde y abocan la situación a un cambio en el bastón de mando

Pulse para ampliar

Granada ha vivido en los últimos días un 'seísmo' político que conduce a la Plaza del Carmen hacia una disyuntiva clara: nueva investidura o moción de censura para que no siga Luis Salvador como alcalde.

La petición del PP para hacerse con la Alcaldía que regenta su socio de Gobierno ha abierto una brecha que deriva en un punto de no retorno. Es difícilmente asumible que todo seguirá igual después de que el principal partido del centro derecha en el Ayuntamiento de Granada haya pedido al hombre al que dio el bastón de mando que se vaya.

Y en esas, los escenarios más lógicos y casi que los únicos se reducen a dos posibilidades: o Luis Salvador se va por las buenas, y por tanto dimite y permite la investidura de algún candidato del centro derecha granadino; o tendrá que hacerlo por las bravas, con una moción de censura que pueden presentar desde el PSOE como principal partido en la oposición a los propios compañeros del regidor en el Gobierno local.

La renuncia del actual alcalde parece a priori la salida más factible para PP y Cs y de paso impedir que el PSOE vuelva a hacerse con el bastón de mando. Los actores que tienen que participar de esta votación juegan un papel de protagonistas indiscutibles.

Pese a que los populares ya han presentado a Luis González como candidato solo tienen por ahora seis de los 14 votos que necesitan para que prosperase esta alternativa. Esto supone que necesitan como poco cuatro ediles más de Ciudadanos (10 en total), los tres de Vox y un acta más, que regenta el ya edil no adscrito Sebastián Pérez, quien ya ha dicho que solo le vale que su excompañero Francisco Fuentes sea el alcaldable en esta circunstancia para respaldarlo.

Por mucho que se vaya Luis Salvador por voluntad propia, si el centro derecha no tiene aspirante a sustituirlo y los votos necesarios (14) no podrán hacerse con un bastón de mando que recaerá automáticamente en Francisco Cuenca, candidato de la lista más votada en las Municipales, la socialista.

Moción de censura: salida a la fuerza

La otra posibilidad que existe para desbancar al alcalde de Granada, en caso de que este no quiera marcharse voluntariamente, es una moción de censura, para lo que se necesitan también 14 votos como mínimo y que deben ser plasmados con firma ante notario y presentados en el registro municipal.

Esta circunstancia puede darse en dos vías. Una de ellas es la de que el PSOE la presente, apoyado por Unidas Podemos, para lo que tendrán 13 de los 14 votos; y el posible respaldo de Sebastián Pérez, que ya dijo en su rueda de prensa que si el PP no encontraba los apoyos para desbancar al alcalde los encontraría él.

La otra alternativa es que el PP quiera echar al alcalde de Ciudadanos, para lo que la suma es mucho más compleja. Puede llegar a nueve ediles junto a Vox, pero necesita otros cinco como mínimo, que deberían salir bien de las filas socialistas o bien de Ciudadanos.

En este último caso, la ley contempla que si un concejal que forma parte del mismo partido a cuyo alcalde se quiere destituir y firma una moción de censura, deberá añadirse el voto de otro edil que no forme parte de esa organización para que la votación salga adelante.

Dicho de otro modo, si los tres ediles de Ciudadanos firman la moción de censura contra Salvador, los proponentes necesitarán de tres votos más para poder desbancarlo.

Cuestión de confianza, una salida improbable

La tercera vía y poco probable es que Luis Salvador se someta a una cuestión de confianza, dado que estas están vinculadas a cuestiones como los presupuestos anuales, el reglamento orgánico, las ordenanzas fiscales o la aprobación que ponga fin a la tramitación de los instrumentos de planeamiento general de ámbito municipal.

Para poder someterse a ella el pleno ha debido previamente rechazar alguna de estas propuestas, al no obtener la mayoría necesaria para su aprobación.

En el caso de que la cuestión de confianza no obtuviera el número necesario de votos favorables para la aprobación del acuerdo, el alcalde cesará automáticamente, quedando en funciones hasta la toma de posesión de quien hubiere de sucederle en el cargo.

Esto no es aplicable al rechazo de los presupuestos municipales, cuyas cuentas ya ha anunciado el Gobierno que las prorroga. En este caso, si fueran tumbados por el pleno, debe presentarse una moción de censura con candidato alternativo a alcalde o en cuyo caso quedarán aprobados los presupuestos y seguirá el alcalde actual.

Lo único que parece claro es que la Plaza del Carmen ha entrado en un laberinto en el que hay dos salidas aparentemente claras. Solo queda resolver cuál de ellas será la que tomen los protagonistas de la vida política municipal.

Publicidad

Comentarios

©Queda totalmente prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta noticia sin autorización expresa de la dirección de ahoraGranada
Publicidad
DÍA A DÍA
Desarrollado por Neobrand
https://ahgr.es/?p=180609