Luna creciente (4 de Abril de 2014)
“Usted no es ná. No es chicha ni limoná…”, y como cantaba Víctor Jara, el inolvidable cantautor chileno que murió asesinado por los esbirros asesinos del dictador Pinochet. Hay en esta vida moderna y actual situaciones, cosas, coyunturas, estatus, entes y seres, hay muchísimo más, que se escapan a las mentes racionales de las criaturas humanas. Y que crean o pueden crear confusión, por ejemplo, en los niños. Esos niños a los que se debe de proteger y enseñar, honesta y sabiamente, para que alcancen a ser hombres con honor, cultura, honradez, ética, amor al trabajo y muchas cosas más. En Australia, un país importante dentro de la óptica democrática que potencia las libertades individuales y colectivas, su Corte Suprema, ha reconocido que las personas, los seres humanos, son de género femenino, masculino y no especifico; o sea: de género neutro. Como Suiza, pero en un tercer género humano. Bueno. Maravilloso. Pero nos surge una duda que no es existencial, y dado que si una persona humana no es femenina ni masculina… ¿Qué es? ¿Y qué es un ser neutro? ¿Un ser humano que no es ni hombre ni mujer? ¿Algo que no es “ni chicha ni limoná”? Y un niño preguntaría a su papá o mamá: ¿Y por dónde hace pipí este ser de género neutro? ¿O no mean? ¿Y pueden tener descendencia estos seres neutros? En Australia, es posible que su Corte Suprema le haya dado nombre a los ángeles: neutros. Género humano no especifico. ¿Habrán descubierto el sexo de los políticos todos? Atribulados estamos y algo confusos. Aunque para afirmar, a mí me gustan las damas con género reconocido y atributos auténticos de mujer. Y con esto, no escribo que aquellas/os que posean otros gustos, no tengan un absoluto derecho a ellos.
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