Granada le debe una calle a Williams Goss
El base del Real Madrid fue clave para la remontada de su equipo ante el Betis a minuto y medio del final y propiciar así la salvación del Covirán Granada
Pero Williams Goss quiere una calle en Granada, o al menos un par de entradas para la Alhambra. Se las ganó con creces. El jugador estadounidense se echó a su equipo a la espalda para lograr la remontada del Real Madrid y propiciar así la salvación del equipo granadino.
Pero antes de detenerse en el papel del base merengue a sus 28 años, habría que empezar por las velas, las que hicieron soplar a Óscar Fernández en el palco antes de comenzar el partido, en el que recibió probablemente el mejor regalo que pueda recordar en el medio siglo de vida que cumplía este 24M.
Durante toda la mañana, un amplio equipo de voluntarios se encargó de vestir, literalmente, de rojo las butacas del Palacio de Deportes, con unas camisetas que ya forman parte de la memoria conjunta de los más de 8.000 espectadores que no quisieron perderse la cita ante el Juventud de Badalona, aunque no sin sufrimiento.
El caso es que el partido no dio las mejores sensaciones hasta el descanso, pues el Covirán Granada se encontró ante un rival que no levantó el pie del acelerador en busca de la victoria que, después se daría cuenta de que de haber ganado se hubiera enfrentado al Real Madrid en los octavos de final por el título.
En cualquier caso el Covirán Granada demostró que quería quedarse en la ACB y un parcial espectacular en el último cuarto propició la remontada y hacer los deberes en casa para solo depender de la victoria del Real Madrid.
Goss, el mejor aliado
Pero las noticias no terminaban de llegar desde Madrid, donde el equipo merengue perdía a falta de minuto y medio por cuatro sin dar la sensación de que el Betis dejaría escapar la ocasión para salvarse, al estar por delante desde a falta de 6'21'' para el final del tercer cuarto.
Pero pocos habían echado cuentas con el papel de Williams Goss para convertirse en el nuevo ídolo de la afición granadina. El base americano se echó al equipo a su espalda y con un tiro de dos, dos tiros libres y un triple, a 52 segundos del final; empató el partido para mermar la calma de los sevillanos.
Goss pondría la guinda a falta de seis segundos del final para poner por delante al Real Madrid 79-77 y brindar la permanencia del Covirán Granada.
Mientras tanto, en el Palacio de Deportes 'pincharon' en el vídeo marcador los últimos seis segundos en el Wizink, en los que Montero tuvo dos intentos de tiro triple que no anotó ninguno de ello.
A partir de ahí el éxtasis y la fiesta local de la afición, que celebró mucho más la victoria del Real Madrid que la del Covirán, que se queda en ACB un año más como está mandado en Granada: con sufrimiento.
