viernes 26 abril
GRANADA CF | ENTREVISTA | DIEGO MARTÍNEZ  |   | Luis F. Ruiz

"Nos queda mucho más jugo que exprimir, la única manera es ir al límite"

Seis meses han bastado al entrenador del Granada CF para ganarse a la afición rojiblanca con su forma de trabajar y conseguir resultados · Diego Martínez cree que lo más importante es que los seguidores se sientan identificados con el equipo, algo que "no es fácil"

El técnico rojiblanco pide a 2019 salud y ser lo mismo de feliz que ha sido en 2018 con la elástica del Granada CF. Foto: Álex Cámara

Se define como un hombre de mundo, de aquí y de allá, que ya ha pasado más tiempo fuera de su tierra Galicia, que en su propia ciudad natal (Vigo). Diego Martínez es el estandarte al que se aferra el granadinismo para creer en que este año puede ser posible soñar e ilusionarse, aunque sin lanzar las campanas al vuelo. Tras medio año en Granada, la ciudad que le vio 'nacer' como entrenador, reconoce que es muy feliz.

Pregunta.- Trabaja a escasos metros del sitio que para usted es importante, la Facultad de Ciencias del Deporte, ¿pensaba o imaginaba por asomo que terminaría aquí?

Respuesta.- Era imposible pensar hacerlo aquí porque no existía la Ciudad Deportiva, pero sí que lo he comentado, porque siempre me he preocupado de estar lo mejor preparado posible y de ser lo mejor entrenador que yo pudiera llegar a ser. He intentado ser feliz con lo que hago, disfrutar de mi pasión, contagiarla. Cada equipo que he tenido la oportunidad de dirigir ha sido el más importante, da igual que hayan sido cadetes, juveniles o séniors. En cuanto a dedicación, profesionalidad y motivación era exactamente igual que ahora. No es algo que me planteara en aquel momento.

P.- Dejó su tierra para estudiar en Granada, ¿en qué punto decidió que cruzar España para hacer lo que quería era una buena idea?

R.- Tenía tanto deseo por hacer INEF aquí, además tuve la oportunidad de hacerla en otros lugares, pero nunca había pisado Granada. Tenía la ilusión pues es una facultad de mucho prestigio. Aquí no sólo encontró el hacer una carrera y cultivar mi pasión, sino que encima me pude desarrollar como entrenador  y además conocí a mi mujer que es de aquí. Se puede decir que Granada me ha aportado la felicidad.

P.- Cuando entonces le llamó el Granada CF había una parte, que es la sentimental, que ya estaba ganada.

R.- Por supuesto. Granada es especial, suena ahora un poco oportunista, pero siempre lo he dicho. A mi Granada es una ciudad donde he vivido buenos momentos, donde nací y me desarrollé como entrenador, donde conocí a la que hoy es mi mujer y tenemos una hija en común y es una ciudad especial. Cuando he estado en el Sevilla o en Osasuna siempre era especial para mí. Me ha aportado mucho, me ilusionaba la oportunidad de estar aquí. Es cierto que ha pasado todo muy rápido. Llevamos seis meses y tengo la sensación de que ha pasado todo muy rápido y eso es una buena señal, estamos disfrutando y estamos felices.

P.- ¿Qué ha cambiado de aquella Granada que usted dejó al irse y la que ahora ha encontrado al volver?

R.- El primero que ha cambiado he sido yo, en la esencia soy el mismo, pero es cierto que tengo más años, antes era estudiante y entrenador que iniciaba, ahora tengo otras experiencias muy bonitas en otras ciudades. Al final todo eso son muescas que te van curtiendo y te van ganando en la experiencia, pese a que me considero un entrenador joven. En lo básico, en lo que significa Granada a nivel belleza y esencia, de su gente, de los lugares especiales, la normalidad y la naturalidad con la que se vive en eso es lo mismo.

P.- Lo que sí ha cambiado es el Granada CF. Entonces competía en Tercera y ahora en Segunda. Entonces era impensable ver al equipo donde ha llegado con el paso del tiempo, en una meta muy lejana.

R.- Sí, lo que ocurre es que el Granada CF siempre ha tenido una historia muy presente. Es cierto que estaba en Tercera o Segunda B y se hablaba de los míticos partidos en Los Cármenes antiguos o futbolistas determinados. Siempre me ha llamado la atención el peso de la historia de un club con una trayectoria en el fútbol español. Siempre me preguntaba y consideraba que esta ciudad merecía tener a un equipo en la élite. Visto en perspectiva es algo muy bueno y más en estas instalaciones, de un descampado se ha pasado a tener un privilegio.

P.- ¿Iba a Los Cármenes?

R.- Sí, lo que me permitía compaginar con el equipo que entrenaba

P.- ¿Se sentaba en el mismo sitio?

R.- No, variaba.

P.- ¿Era crítico con el equipo?

R.- Reconozco que siempre lo veo con ojos de entrenador e intentar mejorar, con ojos de sacar conclusiones, en ese sentido siempre lo he hecho así. Me gusta mucho el fútbol en directo y es lo que intentaba.

"Mi recuerdo de la pretemporada, pese a que fue muy dura, tenía la sensación de que llevaba más tiempo con los jugadores, me sentía muy cómodo con ellos"

P.- ¿Y cómo cree que ven al Granada CF hoy quienes ocupan esos asientos que ocupó usted un día?

R.- No me paro mucho a pensarlo. Sí que siento que la gente se identifica con lo que ve, me lo transmite mucha gente. Es normal porque cuando nosotros estamos felices en el campo o nos gusta lo que vemos normalmente suele gustar al resto. Eso coincide, dentro de que es un deporte y suele haber momentos y malos. Percibo que la afición se está identificando con el equipo, que hemos conectado con ella y nuestro deseo nos hace mejores.

P.- ¿Eso lo dan sólo los resultados o algo más?

R.- Los resultados refuerzan y dan brillo, pero es el rendimiento, ven cómo compiten, con la atención con la que intentan jugar, cómo quieren mantener una idea e identidad de juego. Por cómo luchan cada balón como si fuera el último. Cómo en los momentos de dificultad se han juntado en torno a un concepto de equipo. Eso se transmite, genera algo que se contagia, eso realmente es lo que llega. Hay equipos que son capaces de ganar y no conectan tanto.

P.- El primer día que entra en el vestuario, ¿cómo consigue que haya confianza ciega de los jugadores en usted e ir todos a una?

R.- Eso no solo depende del entrenador o del equipo técnico, sino de muchos factores que seas capaz de argumentar y señalar y orientar un camino por donde crees que puedes ser mejor. Depende de que el jugador quiera hacerlo, se sienta a gusto y cómodo con esa idea. De ir sumando más que algo en concreto son muy pequeños detalles. Si evidenciamos que este camino es bueno para todos y conseguimos el mismo mensaje en diferentes formatos, desde jugadores, equipo técnico, fisios, médicos, utilleros, comunicación y vayamos sumando pequeños matices a esa idea, si a eso consigues ir siendo reconocible en el juego y se consiguen resultados es una bola que se va potenciando.

A medida que pasan los partidos consigues mejorarte. No solo depende de lo que diga un entrenador o lo que haga un jugador concreto, depende de muchas cosas. Muchas veces cuando llegas a un equipo, nosotros creo que nos hemos encontrado en un momento muy bueno, en unas condiciones buenas para encontrarnos y empezar a trabajar.

P.- Y en el momento idóneo

R.- Ha sido todo muy natural, una conexión y un feeling muy rápido. Mi recuerdo de la pretemporada, pese a que fue muy dura, tenía la sensación de que llevaba más tiempo con los jugadores, me sentía muy cómodo con ellos, me identificaba con sus características, cómo asimilaban cosas, me gustaba mucho, pero siempre y todo parte de que el jugador quiera, se lo crea y esté dispuesto a poner al servicio del equipo su talento.

P.- Hay quienes apuntan a que gran parte del éxito de este equipo es culpa suya, que la identidad de equipo depende de gran parte del entrenador

R.- Depende de todos, los protagonistas son los jugadores y el balón. Depende de todos, uno puede marcar un camino. Intento ser coherente. Creo mucho en la ejemplaridad, intento ser coherente en lo que digo con lo que hago. Esto depende de todos, por mucho que yo quisiera seguir un camino, si los demás no lo aceptan o los empleados del club no se adhieren a esa idea, eso evidentemente es imposible. Como esto está siendo así, más allá de los resultados, eso nos hace que nos retroalimentemos positivamente.

Ahora sí noto y es de lo que más orgulloso me siento, que la afición se siente orgullosa del equipo más allá de un resultado, lo hemos conseguido y es importante. Y luego la identificación. Que se sientan orgullosos de ser del Granada CF, de ver al equipo. Yo eso lo siento en algunas comidas que hemos hecho con empleados del club. Se sienten parte del equipo y para mi es importante porque supone una energía y fuerza tremenda. Además, los que llevan mucho tiempo aquí, me transmiten eso. Que este año se está consiguiendo algo de lo que se sienten orgullosos, eso para mí es algo que me llena mucho y sobre todo me invita a trabajar todavía más duro si cabe, para que el equipo siga aportando ese estímulo.

Hablo esto y se me viene a la cabeza la imagen de Málaga en la esquina los que estaban. Un muy amigo mío me mandó un mensaje después de aquel partido y me dijo que dos hombres mayores estaban comentando que habían estado en La Rosaleda y hacía muchos años que no habían sentido eso con el Granada CF, ese orgullo, alegría y felicidad. Para mí eso es más importante que una victoria. Nuestra idea va a eso, a algo más profundo, aunque también es más laborioso, probablemente necesites más tiempo y también arraiga mucho más. Este equipo lo está consiguiendo, cuando la situación era muy diferente cuando se empezó.

P.- Ha dicho en más de una ocasión que este equipo debe ir al límite de sus posibilidades. Usted ha sabido ‘exprimir’ la naranja, ¿queda aún fruta por exprimir o ya empieza a tocar el exprimidor la palma de la mano?

R.- Lo ves como una naranja, yo lo veo como un techo. Cuando uno va a su límite es la única manera de expandirlo. El equipo que va al 100%, ese límite de hoy mañana será mucho más amplio y estará más arriba. El jugador que aunque tenga más capacidad y no vaya a su límite, al final siempre irá a menos. Si vas a menos empieza a restar. Yo les digo a los jugadores que el que no dé el cien por cien empieza a restar. No vale el “yo aporto”. Tiene que sumar y multiplicar si puede y si no da el máximo está empezando a restar, porque algo que tiene no lo está dando al equipo y ya está restando. Si todos van al límite no les puedo pedir más, pero en cuanto al esfuerzo y la dedicación lo están teniendo todos.

No creo ni que nuestro límite o techo esté alcanzado, nos queda mucho más jugo que exprimir, nos queda más naranja, queremos generar más. La única manera es ir al límite, eso tiene sus riesgos evidentemente.

Diego Martínez espera que todos los jugadores del primer equipo se queden hasta el final de temporada y lleguen al mismo nivel. Foto: Álex Cámara

P.- ¿Es posible mantenerlo esto hasta la jornada 42?

R.- No lo sé. Si ahora no vamos al límite da igual lo que pase mañana, porque quizás no da para nada más, quizás dejas de ganar y te quedas en 38 puntos. Qué vamos a pensar de la jornada 42. Inconvenientes habrá en el camino, lo que hay que estar es preparados para cualquier dificultad. Eso sí lo tenemos, no sé lo que va a pasar. Donde no puede haber negocio es que nos tenemos que exprimir, dar lo mejor de nosotros y a partir de ahí intentar ganar el siguiente partido. Lo demás es perder el tiempo.

P.- El ‘pasito a pasito’, hay quien puede pensar que sólo es de puertas hacia adentro.

R.- Ni cuando ganamos tres partidos seguidos significa que puedas ganar el siguiente como pasó en Tenerife, ni cuando hemos conseguido dos puntos de nueve significa que no vayas a ganar ni uno más. Sé que soy reiterativo, pero es la única realidad y más en esta categoría. No es ninguna sorpresa que el Reus ganara al Alcorcón, que el último gane al primero. Uno tiene que ser lo suficientemente humilde para mirar otros clubes potentísimos a nivel de plantilla, masa social y deportivo que están en unas dificultades mucho más graves que las nuestras. Debemos saber poner en perspectiva cómo estamos. No lo sabemos.

P.- ¿Qué le pide a 2019?

R.- Salud para todos nosotros y felicidad en el día a día, la misma que hemos tenido en 2018, todos los días, porque esa seguro que por ese camino seguro que llegamos a buen puerto.

P.- ¿A los Reyes Magos, a modo de fichajes le pide algo?

R.- Que no se vaya nadie y que estén todos disponibles y en un estado óptimo de juego.

P.- No tiene Whatsapp, ni Twitter, ni Facebook. Y dice que es una persona normal.  

R.- (Sonríe) No, lo he quitado, por vivir mejor. Por higiene mental. Fue mi cumpleaños hace unos días y tengo mensajes y demás y tardé en contestarlos todos, poco a poco. Tampoco quiero que nadie se sintiera mal. Los que me conocen saben que no hay problema. No puedo estar pendiente de estar contestando esos mensajes, las redes sociales exactamente igual. Es un mundo paralelo que a mi ahora mismo prefiero estar enfocado a como estoy, en mi trabajo y con la higiene mental y la cabeza limpia.

P.- ¿No ve ni lee prensa ni nada?

R.- Conozco ciertos temas de actualidad, porque me los transmite el departamento de Comunicación del club. Pero no soy de estar leyendo lo que ponen ni escuchando. Por higiene mental también lo intento. Hay que intentar optimizar con lo que te ayuda a mejorar, crecer, creo que hay que estar informado y lo estamos mi cuerpo técnico y yo. Pero en líneas generales. Intento no profundizar.

P.- ¿Como medida de protección?

R.- No, porque los entrenadores vivimos en nuestro día a día permanentemente de tomar decisiones. Y tanto la que tomas como la que dejas de tomar está ahí. Intento ser justo con mi equipo, mi concepto de justicia deportiva lo tenemos. Creemos que vamos en esa dirección. Muchas veces lo externo y las interpretaciones externas realmente no ayudan a tomar mejores decisiones. Respeto todas las opiniones, sé en el mundo en que vivo. En el fútbol nadie tiene la verdad, hay muchos caminos que son válidos. Intento trabajar en lo que creo y convencer al grupo de que por ahí vamos bien. Si ganamos más partidos es mejor para todos y si no tenemos que buscar forma de ganar los partidos. Se podría llegar al éxito de otra manera y hay otras opiniones acertadas diferentes a la nuestra, pero nosotros creemos en las nuestras y las defendemos.

" Soy el andaluz. Llevo más tiempo a día de hoy en Andalucía que en Galicia. Tengo mis dejes porque es normal, se te pegan cosas, pero es curioso"

P.- ¿Hay algún jugador que le pidan que ponga o quite del once cuando le paran por la calle?

R.- No, es muy variopinto. Sí me sorprende que a veces se habla de jugadores que están lesionados (sonríe). Luego lo otro es normal, cada uno tiene sus gustos y forma parte de este circo. Es algo natural, quizás veo otro partido y me lo pregunto.

P.- ¿Le paran mucho por la calle?

R.- La gente es muy cariñosa conmigo. Después del partido ante el Sporting fue de los días que más ánimos nos dieron por la calle, para decirnos que estaban orgullosos del equipo, que no pasaba nada, eso sí que me llamó mucho la atención. Les estoy muy agradecido, porque tanto por Granada o cuando paseo con mi familia hemos recibido mucho cariño.

P.- ¿Tiene alguna manía inconfesable?

R.- Creo que podemos tener rutinas, en mi día a día soy metódico con mi organización diaria. Lo hago por una cuestión de productividad, de eficiencia o disciplina. Hay cosas que ni yo mismo soy consciente. Pero no soy supersticioso, no es algo que tenga presente. Me sorprende cuando se me atribuyen cosas místicas como la ropa, que es una cuestión de comodidad, ahora más con un patrocinador que ha llegado más tarde. Muchas veces en lo último que quiero pensar es en supersticiones como en la ropa, lo único que quiero es estar cómodo para el evento más importante en la semana.

P.- Gallego, granaino, sevillano, pamplonés, ¿de qué lugar tiene acento?

R.- Al final de ningún lado. Soy el andaluz. Llevo más tiempo a día de hoy en Andalucía que en Galicia. Tengo mis dejes porque es normal, se te pegan cosas, pero es curioso. Soy ciudadano del mundo. Sí me siento un privilegiado al haber conocido Andalucía en profundidad, las dos partes, la Oriental y Occidental, son muy diferentes. Aquí además hay una energía positiva, una calidad de vida, una alegría de vivir, me he acostumbrado mucho a esto. He tenido la oportunidad y la suerte de ser muy feliz en Granada y Sevilla, han sido años maravillosos. He estado encantado.

Una anécdota. Al abuelo de mi bisabuelo le conocían como ‘el andaluz’. En cada casa ponían un apodo curiosamente, en un pueblo del centro de Lugo. Porque resulta que venía a Andalucía desde Galicia. El único después de aquello que está en Andalucía soy yo. A veces la historia es coincidente.

P.- ¿Su hija es sevillana?

R.- Sí, nació en el Virgen del Rocío.

P.- Su madre granadina y ella sevillana, ¿bien en casa?

R.- (Ríe) Sí. Nació en Sevilla, mi mujer en el Albaicín. Nos conocimos en la carrera. Y yo gallego, de Vigo. Es un show.

P.- ¿Qué sueño quiere cumplir con este Granada CF?

R.- Ojalá pudiéramos alargar al máximo el momento actual, hasta el final de temporada. En el día a día, en la felicidad, en el que sientes que cada semana das un paso más, que el público está con nosotros, que el equipo mejora. Alargar eso al máximo hasta que pite el final del último partido.

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