Una transición a fuego lento
El PP regresa al mismo estadio de 1999, después de perder la Alcaldía · Rocío Díaz como portavoz o renovación de actas, las dos grandes incógnitas del partido
Algunos de los concejales del PP en el Ayuntamiento, en la Junta Directiva Regional del PP este viernes. Foto: Álex Cámara
Cuando el PP presentó su lista electoral para concurrir a las municipales, ni los más agoreros ni los más pesimistas eran capaces de plantear un escenario en el que la formación 'popular' tendría que afrontar una transición hacia la oposición después de 13 años, el mismo estadio que tuvo que afrontar después de perder la Alcaldía en 1999, con la llegada del 'tripartito'.
Mucho han cambiado las cosas en el PP desde entonces, aunque el 'status' sea el mismo: ubicarse en una oposición en la que ahora pasarán de gestionar a luchar para recuperar el bastón de mando lo antes posible. Como poco, en mayo de 2019, cuando se vuelvan a celebrar elecciones si antes no se produce una moción de censura contra Francisco Cuenca.
Sea como fuere, el PP afronta con dos dudas primordiales el nuevo papel que ha de jugar la Plaza del Carmen. En primer lugar, quién va a liderar la nueva etapa. Aunque Rocío Díaz ha sido la alcaldable y la apuesta del propio PP para sustituir a José Torres Hurtado, la duda radica en si la hasta ahora concejal de Turismo será la voz del partido en el Ayuntamiento.
En el discurso durante el pleno de investidura, Rocío Díaz ya mostró un rostro hasta ahora poco conocido para quienes estaban acostumbrados a verla con su talante negociador y colaborativo. Aunque este planteamiento también estuvo presente en su intervención, la concejal 'popular' también reprochó duramente la actitud de Ciudadanos, formación hacia la que presumiblemente el PP apuntará sus críticas al menos hasta las próximas Elecciones Generales.
De no ser Díaz la portavoz del principal partido de la oposición, Sebastián Pérez cuenta en su equipo con un hombre de su absoluta confianza y que ya sabe lo que es luchar contra un Gobierno. Antonio Granados ejerció estas funciones en la Diputación de Granada, cuando gobernaba Antonio Martínez Caler, justo antes de que el PP consiguiera gobernar por primera vez la institución.
El PP presentó su candidatura con unas alpargatas de esparto, para 'patearse' la ciudad entera en busca de una mayoría absoluta que no llegó. Foto: Antonio Ropero
La otra gran incógnita del PP radica en los once concejales que forman parte del equipo y si se producirá una renovación interna o por el contrario todos terminarán el mandato municipal. De entre todos los ediles, solo dos de ellos llevan trece años en el Ayuntamiento: Juan García Montero y Juan Antonio Fuentes, por lo que de producirse cambios son los que probablemente más posibilidades tengan de abrir paso a otros compañeros. Otros de los compañeros cuya continuidad está en el aire son Francisco Ledesma o Telesfora Ruiz.
En este sentido, Juan Francisco Gutiérrez y Jorge Saavedra, concejales del Gobierno de Torres Hurtado entre 2011 y 2015, hasta ahora asesores del grupo municipal; serían los que regresarían a la Plaza del Carmen. Del puesto 16 al 24, todas las caras del PP son nuevas.
El propio Sebastián Pérez ya anunció el pasado viernes que no se rendirá en su propósito de tratar de recuperar la Alcaldía en 2019, para lo que sabe que las alpargatas con las que presentaron la candidatura hace un año les harán falta para patearse la ciudad y convencer a los granadinos, al menos para que les vuelvan a dar la mayoría absoluta.
