Un comportamiento ejemplar con especial 'celo' policial
La Policía cambió a última hora el recorrido que debía emplear el autobús del Granada CF para acceder al campo y también se oponía a que los jugadores saltaran al campo al final del partido
Se había hablado durante la semana del ambiente que rodearía al partido entre la UD Almería y el Granada CF en las gradas del Estadio Juegos del Mediterráneo. Finalmente el comportamiento de los seguidores rojiblancos horizontales fue ejemplar, todo pese a un especial celo policial que muchos no llegaron a entender.
Las palabras que durante la semana había pronunciado el inspector de la Policía Nacional y coordinador de Seguridad de la Unión Deportiva Almería, Manuel Fernández, de que no permitiría aficionados en otros asientos del estadio que no fueran los destinados a la afición visitante finalmente casi que se llevaron a rajatabla.
Los seguidores granadinistas que tenían entrada en Tribuna, pero no en ese espacio, fueron ubicados obligatoriamente con todos los seguidores, todo pese a que la propia Policía había reconocido que el partido no era ni de alto riesgo y que no había precedentes negativos entre aficiones.
Otra de las sorpresas se la llevaron quienes estaban en el Estadio en los aledaños para la llegada del autobús del Granada CF. Inicialmente los seguidores granadinistas habían situado en una puerta por la que finalmente no accedió el vehículo, al hacerlo por otra sin presencia de seguidores.
Esta situación no pasó desapercibida para componentes de la primera plantilla rojiblanca, pues tanto Diego Martínez como Martínez comentaron en sus comparecencias posteriores el hecho de que, aun cambiando el acceso con el enojo de los seguidores, se escuchaban a la llegada del Granada CF.
Pero hubo una circunstancia más incomprensible para muchos. Al finalizar el partido, al grito de que "salgan los toreros", los jugadores del Granada CF fueron requeridos en el césped. Sin embargo, el inspector de la Policía Nacional no era partidario de ello, según han informado fuentes del club granadino a este medio, aunque finalmente sí se produjo el reencuentro.
Si bien, los jugadores no pudieron acercarse a las vallas donde estaban los aficionados, por el mismo celo policial que se aplicó durante todo el partido, con una fuerte presencia de agentes en la zona de seguidores rojiblancos que tuvieron un comportamiento ejemplar, como ha ocurrido en todos sus desplazamientos.
